sábado, 28 de agosto de 2010

MUSE se hace "supermassivo" en Santiago. ABC, 28-VIII-2010


http://www.abc.es/20100828/local-galicia/supermasivo-concierto-muse-santiago-201008280928.html

Verdaderamente sensacional. Esa fue la impresión generalizada de los más de 25.000 espectadores que se dieron cita anoche para ver a la banda de Bellamy en lo alto del Monte do Gozo. Muse demostraron por qué las entradas se agotaron cuando todavía sólo ellos estaban confirmados en este festival Xacobeo ’10: son una banda que suena mejor en directo de lo que ya lo hacen en las grabaciones de estudio, y ayer se pudo confirmar este hecho durante la escasa hora y media exacta que duró el directo.
Un espectáculo arrollador y sin concesiones que comenzó a las 22:30 ante los gritos enloquecedores de la multitud al ver salir a Matt Bellamy, Dominic Howard y Christopher Wolstenholme. El grupo inglés arrancó su actuación con ganas, sonando muy fuerte; el iniciático “New Born” sonó atronador con una batería que mostraba la fiereza y brutalidad propia de ese rock que tantos se empeñan algunos en decir que está muerto y con una guitarra muy alta que en ocasiones fue capaz de tapar la percusión y voz de los temas. Para este arranque el escenario hizo gala de un gran despliegue de medios luminotécnicos, con multitud de juegos de luces, láseres verdes que inundaban el anfiteatro, paneles hexagonales y sendas pantallas de vídeo que ofrecían juegos visuales del grupo y las letras del estribillo a modo de himno.
Lejos de hacer un concierto autocomplaciente, Muse se ciñó al escaso tiempo de actuación y ofrecieron todos sus grandes éxitos sin apenas hacer concesiones al público (Bellamy dio un saludo a la ciudad compostelana al finalizar la segunda canción y después todo fueron secuencias prácticamente encadenadas de riffs y estridencias sonoras): himnos como “Plug in Baby”, “Uprising”, “Hysteria”, “Resistance”, “Map of the problematiqué” o “Knights of Cydonia” sonaron arrolladores y el público lo agradeció con grandes ovaciones y cánticos corales que ocultaban en más de una ocasión la voz del cantante, quien en algunas partes del evento me recordó sobremanera a Freddie Mercury, no tanto en la puesta en escena (más bien glam al estilo Bowie y su extraterrestre Stardust) sino por esa potente voz capaz de alcanzar unos registros altísimos.
Fascinante fueron también las ráfagas ametralladoras salidas de los bombos y platillos de Dominic Howard, un batería que bien podría tocar con cualquier vaca sagrada del Heavy Metal y dar una lección de lo que es intensidad y contundencia. La devastadora orgía de sonido increscendo de Muse dejó un par de momentos lentos, ralentizados con melodías de piano tocado por el propio Bellamy (al estilo Axl Rose) o con canciones de corte electrónica que me dieron la impresión de que fue un error tocarlas.
La noche sirvió también para ver un gran despliegue instrumental, desde los cuatro bajos que lució y Christopher Wolstenholme hasta la guitarra de doble mástil que rasgueó Bellamy, pasando por el piano, la batería eléctrica o la guitarra-teclado de Morgan Nicholls (normalmente arrinconado en el escenario con sus samplers y teclados). En síntesis la noche supuso una auténtica “hysteria” colectiva y todo un triunfo de Muse, que han estado a la altura de las circunstancias en este Xacobeo a pesar de que el cartel de esta edición era manifiestamente mejorable
 
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