sábado, 19 de marzo de 2011

diario ABC- ARTES Y LETRAS- PINTANDO UNA METRÓPOLIS DE ENSUEÑO (26. 02. 2011)


Liberado de la gravedad y la antropometría de los espacios, presenta David Pintor su último cuaderno de viajes: “Compostela” (Kalandraka, 2010), libro que recoge la mirada personal del autor sobre la capital gallega con un estilo naïf y onírico

Avivando un agradable sabor a café abre uno este libro de David Pintor. Y, efectivamente, se disfruta plenamente con el aroma de esta bebida tal y como recomienda el autor. “Compostela”, último cuaderno de viaje publicado por el dibujante gallego, presenta 33 ilustraciones en formato apaisado que captan la visión personal de los lugares más emblemáticos de la ciudad que da nombre al libro: la plaza del Obradoiro, la cafetería del Hostal de los Reyes Católicos, el arco de Xelmírez, la Catedral de Santiago, la Capilla de San Francisco, la Facultad de Periodismo, la Avenida Xoan XXIII, el jardín del Hotel Costa Vella, la calle de las Campanas de San Juan, la calle Jerusalén, la Plaza de la Quintana, la cafetería Literarios, la plaza de los hermanos Gómez, el Centro Galego de Arte Contemporánea, el parque de Bonaval, la plaza de Fonseca, la plaza de la universidad, la plaza de Mazarelos, el arco de Mazarelos, la cafetería Derby, la rúa Nova, la rúa do Vilar, el callejón Entrerrúas, la travesía del Franco, la Puerta Faxeira y la Alameda.

Las ilustraciones panorámicas a doble página exploran los cotos del centro compostelano reproduciendo no solamente la euforia de los grandes espacios, sino también vaciando de personas la atmósfera santiaguesa. Si bien uno de los significados de la palabra ‘espacio’ es el vacío, el espacio exiguo se ve casi automáticamente como un espacio lleno. Así, las calles y plazas aparecen despejadas y sólo el propio autor pasea libremente por estos escenarios naïfs, libres de cualquier sombra extraña, llenándolo todo. Un dandy valleinclaniano de sombrero y bufanda dibuja en su cuaderno los paisajes coloridos que se le presentan bajo una constante lluvia dorada de hojarasca con forma de corazón. Unas estampas que dan una representación opuesta a la estereotipada por el tiempo. La Compostela de David Pintor no es la de los peregrinos, la lluvia o el santo, sino la ciudadela de trazo fino y apurado, de colores apagados y manchados, que evocan unas dotes de observación ciertamente ensoñadoras. Las anotaciones en el cuaderno de viajes captan una experiencia sensorial que algunos tildan de realismo mágico, pero que no deja de ser de una imaginería profunda y desdibujada que proyecta una atmósfera suavizada. En todo caso el lector/observador se encontrará otra Compostela; una visión renovada y enriquecida (no por ello opuesta a la realidad), una ventana a través de la cual determinados escenarios que para otras personas podrían ser considerados como normales David Pintor los imagina oníricos y estrafalarios (limpio calificativo de todo carácter peyorativo), derivando casi en un diario íntimo de luces suaves y frías. La soledad paradójica que destilan las páginas se impregnan por la aparentemente sencilla ductilidad y calma que logra el autor, representando la ciudad antropomórfica en ese umbral del espacio imaginario y el espacio que habitamos. Da igual que sean las amplias plazas coloreadas como lagos o las superficies de los tejados que sirven para mecer hamacas que se abren a abismos de paradojas. El espacio representado en este cuaderno es la transición a la elevación artística de un espacio real, ya de por sí artístico.

El libro empieza y acaba con dos capturas desde diferentes ángulos del ‘skyline’ santiagués, formando de manera sutil una especie de cinta de Moebius que genera una última sensación en este paseo por la capital gallega: la de que uno se ha dejado atrapar por este espectáculo visual del que ya no quiere marcharse por temor a que la realidad resulte terriblemente aburrida y desoladora.

Diario ABC- ARTES Y LETRAS- NUEVOS TIEMPOS PARA EL PASADO (26. 02. 2011)



( versión digital en la web del ABC aquí )


Transtempo

Cristina García Rodero

La Fábrica Editorial

23 x 28.5 cm

256 páginas


Viene de ser exhibida en el CGAC Transtempo, de Cristina García Rodero. Una heterogénea exposición de más de 100 fotografías recogida ahora en este volumen que desnuda las raíces de una Galicia probablemente desconocida para los habitantes de las metrópolis gallegas, ciudadanos acostumbrados a discursos de pacotilla en boca de fulanas de realities, que no saben dónde empieza la lengua y acaban las raíces. Y se jactan de esa ignorancia. A ellos esta Galicia les resultará lejana, un reflejo de las novelas de Cunqueiro, Castelao o Blanco Amor, pero que tan pronto cojan en sus manos les abrirá la puerta que separa el pasado del presente. Les provocará una cierta reacción en sus vísceras. Un súmmum sensorial que sólo la fotógrafa de Puertollano podría conseguir. Cristina García ostenta desde 2009 el mérito de ser la primera fotógrafa española en ser miembro de la prestigiosa agencia Magnum, y a su metódico y acertado ojo une un único espectro emocional para configurar una trinidad con su cámara. La calidad de su trabajo es lo que la ha llevado a ese éxito profesional del que treinta años atrás, cuando empezó este reportaje, aún no gozaba. Sin embargo aquí está, tres décadas en el futuro, esta observación casi voyeurista de las sensaciones, ese juego de miradas entre la autora y lo enfocado que desprende la inocencia de lo retratado: una pureza concentrada que provoca estremecimiento. Aquí no encontrará el lector arquitecturas ni juegos visuales. La autora expone representaciones casi rudimentarias de momentos fugaces, de momentos que anudan el pasado, el presente y el futuro de la humanidad del oeste peninsular. Claro que hay simetrías y composiciones con juegos de luces y enfoques, pero son un envoltorio que no ocultan la verdadera intención de la fotógrafa: revelar los sentimientos del pueblo.

Decía el mes pasado en estas páginas que cada fotografía concentra una estimulación de los recuerdos que construyen nuestra identidad, pero después de pasear libremente por las imágenes que ha retratado Cristina, el barrido visual por las páginas de este “Transtempo” le produce a uno la sensación de haber ido más allá, de haberse adentrado en un curso de antropología social. Durante la observación de estas fotografías, aunque sea ésta una observación rápida, uno no puede dejar de sentirse ocupado por la hermenéutica de las imágenes lacónicas que va descifrando. Encontrar el ritual del entierro de un nieto por parte de una abuela, configurar circunstancias y lugares concretos a fiestas y romerías populares o asignar rostros a sujetos que en el subconsciente somos nosotros, son actitudes que provoca este compendio de la identidad gallega, este reportaje histórico de la idiosincrasia del país. Acertadamente señala Miguel von Hafe (comisario de la exposición) en su prólogo a la obra que, como artista, “Cristina García Rodero sabe que estos documentos no nos devuelven la realidad. No nos cuentan historias, no son ilustraciones de un relato particular. Se constituyen en un meta-relato, que recorre con precisión interrogativa un determinado contexto social y geográfico, que lo supera, lo desborda para regresar siempre a su lugar original”. Esta espiral que deambula entre lo que se puede clasificar como arte o reportaje tal vez evoque al observador una duda pueril: ¿por qué una foránea escarba en nuestros sentimientos y paradigmas? En mi caso esta duda resulta absurda; me limito a considerar el resultado de la obra en su conjunto, las razones intelectuales o existenciales de las que proviene la idea de buscar las raíces gallegas por parte de una oriunda de Ciudad Real pertenece a una esfera completamente privada que sólo le importa a la artista. Lo que sí me importa es que en las revisiones selectivas de esta obra, mi mirada apresaba las fotos en las que creía reconocer paisajes por los que solía pasear en mi infancia. Quizás con esa economía del estudiante universitario vago que sabe recorrer apuntes detectando únicamente los pasajes útiles para el examen, así me reconocí buscando esas imágenes que me evocaban a mi pasado. Y me llevé una sorpresa: prácticamente la totalidad de la obra sumergía mis imágenes mentales en las páginas y se superponían a las imágenes de Cristina.



miércoles, 9 de febrero de 2011

Diario ABC- ARTES Y LETRAS- GALICIA E OS MUNDOS PARALELOS (25. 01. 2011)




aquí la edición online en castellano




Galicia no Medio do Mundo

Alejandro Castro de la Iglesia

Teófilo Edicións, Xaneiro 2011

Na Galicia de comezos do século XXI, a fotografía desquitouse por completo e superou tódolos ostracismos e a indiferenza que lle acompañara durante tanto tempo. Hoxe está presente en todas partes, dende no Museo de Arte Contemporáneo compostelán ao espazo Moret Art vigués; do museo municipal ourensán á Cidade da Cultura do monte Gaiás. Incluso este crecimento provocou a aparición masiva de libros de fotografía que habitan nos fogares coma algo máis que meros obxectos decorativos e símbolo cultural, inda que a día de hoxe poucas son as novidades editoriais que se atrevan coa fotografía do país, inda que habelas hainas e sempre se agradece telas atopadas nos escaparates ao carón dos voluminosos tomos de fotografía erótica ou de deseño. Así, nunha paisaxe de cubertas coloridas con porno duro, fotogramas clásicos ou arquitecturas imposibles atopamos esta viaxe visual que plantexa GALICIA No Medio Do Mundo (Teófilo Edicións), cunha atractiva composición colorida para a portada que permite intuir o que o lector se vai atopar no interior deste volume de gran formato.

Galicia e a fotografía recorren un camiño común, e coma compañeiros de viaxe, decidiron neste libro sair da peceira e comparar o propio no océano do alleo; ver cómo o galego é proxectado no resto do mundo ou, dito doutro xeito, comprobar cómo a realidade particular plásmase na universalidade. “Levar o pescado a Cangas é coma levar carbón a Newcastle”, sinala con certa gracia mareante o editor J.Luis Teófilo Piñeiro. E quizáis sen querelo esa reflexión contén certo poso de carácter autóctono, esa negra sombra feita morriña que a todo galego lle fai ver en calquer punto alonxado algo que lle recorde a súa terra. Deste xeito, un pasea por estas máis de 150 imaxes e comproba o carácter testemuñal da fotografía; o instantáneo plasmado na permanenza desta expresión artística. Esa fracción de segundo que a Alejandro Castro evocoulle ao seu fogar e que, mediante a comparación, nos mostra as similitudes de distintas identidades: dende un sorriso ata unha plataforma, pasando por portos, portas, mercados ou oficios. A través dunha eficaz estrutura confrontada a modo de reflexos de espello, as distintas realidades do mundo confróntanse coa galega con máis colorido que melancolía, baixo unha mirada case verbal que evoca calquer poesía rosaliana.

GALICIA A TRAVÉS DO ESPELLO

Cada fotografía concentra unha estimulación das lembranzas que constrúen a nosa identidade, descubríndonos a luz e mais o (c)olor do fogar a milleiros de kilómetros de distancia. “Unha foto só pode captar un momento entre millóns de momentos da vida dunha persoa”, escribe Jonathan Coe na “Choiva antes de caer”. Alejandro Castro expresará neste libro eses momentos que poden trasladarse no espazo/tempo e (tr)ascender coma algo universal e non puntual. Unha cuestión de fe? Ver para crer? As imaxes son o espello que demostran esta ollada dende diferentes ángulos, ambivalentes encuadres, dobres exposicións ou luminacións iuxtapostas, cambios de escala ou dobres texturas. Consegue pois o artista o entrelazado da neutralidade descritiva e a verosimilitude, imperando nestas láminas ese fondo de carácter documental da obra. Xa non son imaxes de Galicia e o mundo, senon un mundo de imaxes.



sábado, 1 de enero de 2011

Diario ABC - Artes y Letras- LAS PLATAFORMAS DEL FONTANERO (31-12-2010)


Llega a A Coruña una exposición llena de bits en la que se repasan los 25 años de la historia de Super Mario, máximo icono y eterno renovador del mundo de los videojuegos.

El universo de setas, estrellas, tortugas voladoras, tuberías imposibles y fontaneros saltarines cumple 25 años. Y para conmemorar este aniversario Nintendo y Novacaixagalicia acercan a todos los fans gallegos una exposición en la que se hace un recorrido por la evolución de Super Mario, desde sus orígenes en los bits hasta sus nuevas aventuras tridimensionales. La muestra, que podrá visitarse en la sede de la Fundación Novacaixagalicia hasta el día 9 de enero, entre otras sorpresas habilitará al público los videojuegos que hicieron sobresalir a este personaje en el panorama del entretenimiento: desde el Super Marios Bros de la Nes (1985) hasta el New Super Mario Bros para Wii (2010).

La historia de este fontanero de peto azul y camisa y gorra rojas creado por Shigeru Miyamoto se remonta al año 1982, donde hizo su primera aparición en el videojuego Donkey Kong y en su secuela Donkey Kong Jr., ambos títulos para recreativas, y tal fue su éxito que al año siguiente aparecería el primer título íntegro para este personaje: Mario Bros. (1983), en el que se introdujeron las clásicas tuberías verdes, las tortugas (koopas) y al hermano de Mario, Luigi, en un intento por hacer multijugador a este videojuego (utilizándose el mismo sprite de Mario pero con color verde). Sin embargo el boom de Mario se produce cuando Nintendo saca a la venta en 1985 una consola para el hogar: la NES, y con ella el primer videojuego de plataformas con movimiento lateral: Super Mario Bros. Unido a esta novedosa forma de hacer videojuegos, una genial banda sonora compuesta por el artista Koji Kondo (creador de melodías fácilmente reconocibles por cualquiera aún hoy en día), el hecho de tratarse del primer juego complejo y minucioso de la historia (debido a los amplios mapas, los secretos ocultos y la calidad de sus gráficos) y que, por encima, el movimiento del personaje respondía rápidamente a los botones del mando, hicieron que las ventas de esta forma de entretenimiento se dispararan. Se vendieron 40 millones de juegos a nivel mundial y su éxito, al nivel del famoso Tetris, convirtieron a este personaje en un icono carismático.

Nacieron de esta manera los bloques amarillos con una interrogación, las setas rojas que hacen crecer al héroe, las setas verdes que dan vidas extra al jugador, las estrellas saltarinas, las plantas carnívoras, los champiñones, las tortugas voladoras... un mundo de posibilidades que fue aumentando con las inevitables secuelas que se hicieron de este popular juego: Super Mario Bros. The Lost Levels (1988), secuela japonesa que, debido a su dificultad sólo fue distribuída en el país nipón; Super Mario Bros.2 (1988) y Super Mario Bros 3 (1988), último juego para la plataforma NES y que, debido a su éxito de crítica y público, propició la aparición de unos dibujos animados para la televisión con las aventuras derivadas de este juego. La mariomanía se fue extendiendo a otras consolas como la Game Boy (Super Mario Land, Super Mario Land 2) o la Super Nintendo (con su clásico Super Mario World o el Super Mario Kart). En todas estas secuelas el mundo de Super Mario crecía de tal manera que la premisa en muchos títulos ya no era rescatar a la princesa Peach, el personaje principal no tenía por qué ser el fontanero, aparecieron nuevos personajes como el antagónico Wario o el dinosaurio-montura Yoshi (quienes protagonizarían posteriormente videojuegos propios) y se desarrollaron nuevas formas de juego.

A mediados de los años 90 el sector de los videojuegos estaba a punto de vivir otra revolución con la inminente aparición de la Nintendo 64 (1996): una consola que dejaba atrás el uso de los sprites y las plataformas en dos dimensiones para dar paso a las tres dimensiones y elementos poligonales de alta calidad visual. Así nace Super Mario 64, un videojuego que aún hoy sigue siendo influencia directa de juegos para la Wii. Su aparición supuso un éxito de crítica y ventas y para muchos sirvió como justificación para adquirir la cara Nintendo 64. Y es que la recreación del universo de Mario en tres dimensiones fue algo más que una simple traslación de dimensiones: innovó en el multiperspectivismo del juego (el jugador puede elegir entre diferentes puntos de vista opcionales), el primordial uso del stick analógico (que ha acabado sustituyendo a la clásica cruceta de botones) y el libre acceso a los niveles del juego (sin un orden lineal obligatorio) hicieron de este título uno de los mejores de la historia. Lejos quedaban ya aquellos cartuchos de 8 y 16 bits en los que un fontanero pixelizado daba brincos de izquierda a derecha con la única mecánica de llegar al final de las fases y conseguir rescatar a la princesa.

Después de poner patas arriba la ley de la gravedad y el sistema de juego con el Super Mario Galaxy para la Wii y de haber reeditado el clásico Super Mario Bros con nuevos sistemas de juego, una cosa queda clara: Nintendo sabe qué teclas tocar para que no podamos decir eso de “No, si en esto de las consolas yo ya lo he visto todo...”.

martes, 30 de noviembre de 2010

Diario ABC- Artes y Letras- CUANDO EL BLOGGER DECIDE (27-11-2010)


ABC celebra el décimo aniversario de la librería A Gata Tola con una entrevista a su fundador, Santi Navia, en la que analiza el momento actual del mundo del cómic, su futuro y la influencia que la red ha tenido sobre los nuevos lectores





A pesar del cambio de local hace algunos años, nada ha cambiado en esta librería compostelana. Ni siquiera el aire, para que se sigan conservando en ella el mundo de historias que allí llegaron para marcharse. Miles de aventuras, en una biblioteca infinita, que dan noticia de otras tantas existencias de superhéroes, de vidas cotidianas, de manchas en hojas de papel. Muchos nos aficionamos a nuevas lecturas gracias a esta tienda, lugar de encuentro de gente desconocida pero con similares gustos e intereses, intercambiando opiniones y palabras, creando espontáneas tertulias y abriendo el apetito de la narración gráfica. En A Gata Tola el tiempo va más despacio. Debe ser esto lo que buscamos todos en ella: un rincón en el que evadirnos de la aceleración del día a día para transportarnos a universos de viñetas. Detrás del mostrador, bajo la atenta mirada de un princesa Leia y un Batman en blanco y negro, Santi sigue recordando a día de hoy cómo nació la idea de montar esta tienda en Santiago hace 10 años.
- Estaba trabajando fuera de Galicia pero quería regresar y establecerme en Santiago. Mi idea era montar una tienda de cómics grande, como las que acababa de descubrir en Madrid, así que me fui hasta el Salón del Cómic de Barcelona, hablé con los distribuidores y en cuanto llegué a Santiago empecé a buscar un local. Ésta fue la verdadera odisea, ya que el margen que tenemos con la venta de libros es pequeño y en cuanto pregunté por el precio de los bajos me asusté. Tardé 8 meses en encontrar un local que se ajustara a lo que yo podía pagar y consideraba que podría ser rentable.
- ¿Esta iniciativa emprendedora surgió del interés por ofrecer a los aficionados algo distinto a lo que ya se ofrecía en la ciudad compostelana?
- Sí. Yo pensaba que había cierto tipo de productos, como el cómic de superhéroes, que estaba muy disperso en los kioscos y que no había un sitio que los concentrara. Había alguna tienda pero que se dedicaba a otro tipo de productos de cómics y éstos lo dejaba un poco de lado. Yo empecé por otra clase de producto y poco a poco fue andando la cosa.
- Diez años después, ¿cómo valora la evolución de la tienda y la del mercado del cómic?
- Para mí la evolución más significativa de los primeros años fue el impulso del manga, ya que hasta hace un par de años éste tuvo un auge enorme gracias a Internet. Además, la entrada del público femenino en el mundo del manga también fue muy importante. Sin embargo desde hace dos años para aquí se percibe un interés muy grande del cómic independiente europeo y español (creo que la mayoría del cómic español que se hace a día de hoy es independiente: la obra de Paco Roca, por ejemplo, son historias que yo enclavaría dentro de la banda diseñada independiente).
- Y dentro de esos autores españoles, ¿cuál es el gallego que tiene más tirón entre el público?
- Ahora mismo David Rubín. Miguelanxo Prado también pero en su caso hace bastante tiempo que no publica un álbum (el último fue La Mansión de los Pampín), pero de los que están publicando habitualmente Rubín es el más activo y del que más obras se edita.
- ¿Está afectando la crisis al mercado del cómic?
- Por ahora no se nota y creo que eso se debe a que estamos hablando de productos con un precio relativamente bajo. El público puede comentar que es más o menos cara cierta edición pero en realidad es bajo para que la crisis afecte. Bajo mi punto de vista, la crisis afecta a productos en los que tienes que hacer un desembolso más grande, como ocurre con electrodomésticos o muebles. Son compras que te planteas más. Comprar un cómic por diez o quince euros no plantea dudas muy grandes.
- A esta apreciación debemos añadir que el lector del cómic es muy fiel, ¿no?
- Sí, el lector del cómic es muy fiel. Y además hay una serie de productos como los de superhéroes o el manga que salen cada mes o cada dos meses y que provocan que el cliente visite la tienda para saber si salió el nuevo número. Aquí influye mucho el factor coleccionismo.
- ¿Todo lo que está surgiendo en los últimos tiempos alrededor del cómic digital preocupa a los vendedores de cómic?
- No lo sé. No creo que yo ni nadie tenga idea de lo que va a ocurrir con eso. Cuando los productos estén digitalizados a lo mejor afecta o no. Yo creo que son productos muy diferentes. Es decir, en unos tienes soporte y en otros un objeto físico. Todavía es muy pronto. Yo me imagino que al principio nos afectará a algunos, sobre todo por la novedad, pero después quedará también el objeto físico, que es el libro; el hecho de poseer algo y no una serie de bytes es más importante de lo que creemos. A lo mejor vendemos menos pero yo creo que no desaparecerá. Pongo siempre en este caso el ejemplo de la música descargada y el vinilo. Hay mercado para todo.
- Regresando a los lectores, ¿Qué es lo que incita a un nuevo cliente a entrar en la tienda o a empezar una nueva colección?
- Yo creo que influyen distintos factores: El factor nostalgia, la niñez, las búsquedas por Internet, el entrar y descubrir un mundo nuevo orientado a todo tipo de públicos y lectores... Ahora mismo tenemos lectores desde los 10 años hasta los 60, aunque el bruto se concentra entre los 25 y los 40 años.
- Eso contrasta con uno de los tópicos que hay sobre el prototipo de lector de cómic, que es un mercado dirigido a niños…
- Sí, el que no es lector de cómics es lo que se imagina, que los cómics son infantiles. Pero nada más lejos de la realidad: a día hoy si me preguntan por un cómic para un niño de seis años tendría dificultades para dárselo porque para ese tipo de público no hay. Quiero decir, un tebeo de Batman no está hecho para un público de 6 años, ni de 8 ni de 10. Es para un público adulto. Muchos vienen porque ven la película. Me pasó ayer y sólo pudo elegir entre tres o cuatro porque en la mayoría la estética es más dura, las historias son para un lector que las sigue desde hace diez o veinte años y no para el público infantil.
- ¿Cuáles son las temáticas que más se venden ahora mismo?
- Yo creo que de todo. Lo que triunfa es la calidad y la influencia de Internet. Es decir, hay mucho producto que ya se ha comentado antes en la red y gente que se decanta por una historia por los buenos comentarios que ha leído sobre ella. Y eso pasa en casi todos los ámbitos: hay blogs que influyen mucho en cuanto a cómic europeo y español por ejemplo. Aún así, los superhéroes siguen siendo la estrella. Son el subgénero más importante del mundo del cómic porque tienen un público fiel y llevan cincuenta años con una evolución propia. Es el producto que más habría que estudiar en el futuro viéndolo como una subcultura en el mundo del cómic.
- Entonces queda claro que el poder de Internet, las críticas que se publican en la red son lo que más motiva a comprar…
- Yo creo que ahora mismo sí. No todo lo que se lee en Internet sino determinadas páginas web que influyen mucho en el comprador final porque es donde más se mira: La cárcel de papel, Zona negativa… son grandes influencias en la venta final. Implican un 25% más de venta. Es un canal de información bruto y sin prensar que llega a mucha gente. Ahora en vez de preguntar a un colega vas directamente a la red. Cada vez funciona más la propia realidad del producto en sí que genera una corriente de opinión que influye en el comprador final.
- También proporcionáis otras salidas de ocio, como los torneos de cartas…
- Sí, hay un mercado de juegos de cartas como Magic que son evoluciones de los juegos de cartas habituales pero con otro tipo de nivel y estrategia. En países como Alemania, Suiza o Dinamarca, donde no hay una tradición de hacer vida social fuera de casa sino dentro de su propio domicilio, son muy populares. Son juegos sociales. Aquí se encuentra gente que interactúa con otras personas y que así expresa sus inquietudes en torneos y partidas que se realizan los viernes y sábados en una parte del local.


Cinco recomendaciones

- "El arte de volar" (español), ganador del Premio Nacional. Me parece un gran cómic con una gran historia, psicológicamente muy profunda.
- "Los combates cotidianos" (europeo) en una edición integral que acaba de publicarse, es uno de esos cómics sobre los pequeños problemas que no hay que dejar escapar.
- "Daredevil Born Again" (superhéroes) uno de los cómics fundamentales de los 80 y uno de los mejores de Frank Miller. Una desestructuración de los superhéroes brutal y una mirada sobre lo que es la humanidad y cómo tenemos que volver a luchar y mirar hacia delante cuanto todo se ha perdido.
- "Pluto" (manga) una visión a modo de thriller con asesinatos muy buena. Sólo 8 volúmenes que tratan la intrahistoria de los cómics japoneses con una visión novedosa.
- "Lo peor de Vázquez", una buena manera de ver la frescura de los cómics del destape, irreverente, los últimos cómics de un gran genio de la cultura del cómic.


(También puede verse en la edición digital del ABC)

sábado, 30 de octubre de 2010

Diario ABC -Artes y Letras- PESADILLA ANTES DE NAVIDAD (30-10-2010)


Con el humo de las velas muy cerca de disiparse por completo, la penumbra del teatro de la muerte de Alice Cooper llenará el 27 de noviembre el Multiusos del Sar en Compostela.


Un genio carismático. No hay más discusión. Lo que Vincent Fournier –alias Alice Cooper, creador del shock rock- ha conseguido mediante su alter-ego en el mundo del rock sólo puede ser considerado como la obra maestra de un artista sin comparación alguna. “Son la peor banda de todos los tiempos. Pero tienen sentido del humor.”, sentenció Frank Sinatra sobre esta banda allá por el 1967. Y es que Alice entendió una novedosa manera de mostrar la música, de expresar el rock, de utilizarlo como lenguaje. Comprendió que la música tenía que ir más allá, que era un espectáculo, entretenimiento puro. Llevó a los escenarios una puesta en escena revolucionaria con su peculiar teatro de los horrores compuesto de sangre, guillotinas, horcas, sillas eléctricas y demás atrezzo teatral propio de The Rocky Horror Picture Show; un circo de emociones indescriptibles para acompañar a la música más poderosa del mundo. Para Alice Cooper asistir a un concierto de rock representa algo más que ir a ver a la banda de un disco y escucharla interpretar sus canciones. Debe ser todo un espectáculo, una excitante representación operística que capte todos los sentidos del público. Y eso es lo que hizo. Crear todo un universo de historias, personajes, bizarrías… y todo ello sin dejar de lado lo más esencial: las canciones. Porque tan fundamental es llevar ese espectáculo visual a las tablas como tener la seguridad de estar representando un buen cargamento musical, y pocos son los artistas que poseen esta conjunción artística de tanta calidad como la del que nos ocupa.

En sus primeros años A. Cooper estuvo respaldado por una banda inolvidable, la original Alice Cooper Group (Michael Bruce, Glen Buxton, Neal Smith y Dennis Dunaway), con la cual forjó su leyenda a partir de una serie de clásicos inmortales tales como ‘Killer’, ‘Love It To Death’, ‘School’s Out’, ‘Billion Dollar Babies’ y ‘Muscle of Love’, discos plagados de ambientes mórbidos, paranoicos, tenebrosos, abyectos y de lo más esencial: puro rock n’ roll. De entre ellos destaca “Billion Dollar Babies”, hasta la fecha el álbum más sobresaliente de Alice Cooper. Publicado en 1973, supuso el estallido comercial de la banda, siendo considerado un punto y a parte en la historia del rock (merced a temas emblemáticos como ‘No More Mr. Nice Guy’, ‘Elected’ o ‘I love the Dead’). A partir de ahí la banda se disolvería y el artista emprendería carrera en solitario, aumentando en esta nueva etapa el clima de fascinación teatral de su obra con la magnífica temática conceptual de ‘Welcome to my nightmare’ (en Inglaterra algunos de sus números escénicos fueron prohibidos por la Cámara de los Comunes a petición de un diputado). En esta época el Glam era el movimiento rock del momento. Alice Cooper, David Bowie, Kiss o Slade eran algunos de los grandes representantes del género pero la gran rivalidad de aquel momento radicaba entre Bowie y Cooper. Aún recuerdo el recorte de un artículo de prensa que guardaba un hermano mayor ausente y que afirmaba: “Alice Cooper y David Bowie son solo teatro”. Treinta años después el ‘teatro’ de Alice y David sigue funcionando. Y en el caso de Alice Cooper, éste nos sigue contando historias llenas de fantasía perdido entre la locura y el alcohol de su perverso personaje, hundiéndose en abismos de oscuridad y extrañeza onírica.

Hacia los ’80 se presentó ante las nuevas generaciones del rock que le idolatraban con más energía que todos ellos haciendo un hard más potente y directo (‘Constrictor’, ‘Raise Your Fist And Yell’), reventaría los charts con un disco al que su descarada comercialidad no restaba grandeza (‘Trash’), y entraría en los ’90, años de música conceptual y desgarrado sonido industrial, como maestro absoluto de muchas generaciones del rock empezando por Marilyn Manson, alumno aventajado que le quitó el puesto en cuanto a rey del shock rock. Sin embargo a Cooper no hay quien lo detenga. En el nuevo milenio ha publicado 5 álbumes de estudio (‘Brutal Planet’, ‘Dragontown’, ‘The Eyes of Alice Cooper’, ‘Dirty Diamonds’ y ‘Along Came A Spider’), dando bandazos entre el heavy metal o el rock industrial para regresar al sonido que le hizo tan característico: el hard rock de sus inicios. Y con él una nueva motivación para volver a la carretera e ir llevando a diferentes ciudades del mundo su galería de los horrores y sus inquietantes creaciones visuales. Ha vuelto la magia del sonido de los setenta con esa atemporalidad sonora que envuelve piezas de emoción punzante (a pesar de los coqueteos más comerciales con Slash y ese single llamado ‘Baby can’t drive’).

Para los que quieran ir preparados a este concierto de un halloween tardío, nada como recomendar un dvd de reciente publicación con una de las últimas y mejores actuaciones de Cooper: “Theatre Of Death – Live At Hammersmith 2009”, en la que se podrá observar cuál es el espíritu de este gira que está consiguiendo colgar el cartel de completo en la mayoría de los locales donde se representa. Y es que a sus casi 60 años, Alice Cooper es ya toda una leyenda viva que se mantiene en plena forma con mucha magia y espectáculo por ofrecer. A los que peregrinen a Compostela a contemplar al maestro en fantasmagorías no les defraudará contemplar con las retinas a uno de los artistas más creativos y revolucionarios de todos los tiempos. Y su circo de entretenimiento visceral y tenebroso.


Alice Cooper. Multiusos Fontes Do Sar. Santiago de Compostela. 27 de noviembre. Entradas a partir de 30€

domingo, 10 de octubre de 2010

Acertijo de dandy


Publicado originalmente en el diario ABC, edición en papel y digital





Y Sabina volvió a pisar Compostela. Ante un público totalmente entregado, demostró durante casi tres horas de concierto cómo ha renacido a partir de una costilla

A la hora en punto nos dieron las diez. En ese momento más de 9000 personas sabían que la figura del golfo largo y astroso no tardaría en hacer acto de presencia. Y así fue; las aves de paso aparecieron ante el clamor eufórico de un público totalmente entregado al poeta. Pantalones verdes, americana y camiseta negras (con una interrogante blanca destacando en el pecho roto) y el ya clásico bombín a su cabeza pegado; con esta estética de villano de Batman arrancó el concierto con su "Tiramisú de Limón" y "Viudita de Clicquot", nuevos viejos clásicos de su último trabajo que todo el estadio coreó bajo una lluvia de luces de colores. El espectáculo luminoso entreabría la puerta a una banda de rockeros que rasgaron todo tipo de guitarras eléctricas y acústicas para enmarcar la poesía de Joaquín. Entre ellos, un Pancho Varona exultante no dejó de lucir una corbata de John Lennon, mientras que Mara Barros (“amazona sin un gramo de silicona”) robaba miradas hacia el relicario de su escote. Y mientras, Sabina. Caminando y tambaleándose de manera teatral bajo la línea luminosa, recitaba todos sus versos satánicos y cristianos al compás canalla de la música: desde "Medias Negras", "Aves de Paso", "Peor para el sol" o "Siete crisantemos" hasta "Una canción para Magdalena", "Cerrado por derribo", "Calle Melancolía" y "Contigo", pasando por "19 días y 500 noches", "Princesa", "Vinagre y Rosas", "Noches de Boda", "Y nos dieron las diez" y "La del pirata cojo". Himnos que la multitud cantaba sin titubeos: desde chicos de no más de 16 años hasta gente de cuarentaydiez; un murmullo de voces que hizo de coro durante las casi tres horas de concierto. Soberbias interpretaciones las de la banda con un punto rockero muy cañero (“somos los Metallica” voceaba Varona con cierta gracia mareante), e igual de soberbias las canciones que tocaron huérfanos de ‘frontman’: "Conductores suicidas", "Amor se llama el juego", "Llueve sobre mojado" y "Como un dolor de muelas".
Entre canciones el cantautor disertó, divagó y conversó con el público. Con su cierta voz cavernosa disculpó la fallida cita de dos años atrás en el Obradoiro con Serrat, y narró cómo buscando un libro de Celso Emilio Ferreiro se rompió su costilla de cristal de bohemia. Con su media barba estremecida agradecía los aplausos espontáneos de los peces de la ciudad compostelana; con los ojos de un vidriado triste y emocionado de alcohol y satisfacción acompañaba unas palabras de agradecimiento a los asistentes, mientras aseguraba ser el de anoche uno de los mejores conciertos que recordaba. Con la expresión altanera y alocada, ciertamente bufonesca, aseguraba haber recibido mensajes donde le informaban que Fran estaba enamorado de Arancha y no de Belén Esteban, para posteriormente responderle a un espontáneo que le llamó filósofo si le estaba comparando con Guardiola. Con todo, el magnetismo de este ídolo embalsamó la noche en Compostela; se despidió hablando a media voz pero su asfalto sonoro lo llevará a Lugo para celebrar el San Froilán. Perfectas sonatas de otoño para estas ciudades gallegas.
 
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