viernes, 26 de junio de 2009

6 WAYS OF JUSTICE (coming soon)



Mientras voy acabando las páginas de este cómic, escrito por mi buen amigo Adolfo, estoy preparando las clases de Lengua Española y Literatura Medieval que impartiré estos meses de verano a un grupo de norteamericanos dentro del programa de Cursos Internacionales de la USC. Entre medias, un grupo de profesoras de Filología me ha vuelto a contratar para que el curso que viene ilustre unos cuentos para niños. Así que con todo este ajetreo de novedades y trabajos pendientes (el diseño de una camiseta para promocionar el nuevo cd de Pito de Pikasso o la animación de un cuento para una psicóloga compostelana) creo que pasaré por la farmacia para autorrecetarme tranquilizantes, que combinan muy bien con la dosis diaria de cafeína...

lunes, 15 de junio de 2009

Panegírico al Abrigadoiro


Los que vivan en Santiago de Compostela (o hayan visitado la ciudad alguna vez) probablemente conozcan esta taberna situada enfrente a la Alameda compostelana.
La adega está como en tiempos de mi abuelo; no cambió cosa alguna. La noria, las mesas, a lareira, los barriles, la gente. Siquiera ese olor y ese aire tan característico cambió con el tiempo, conservando en él el mundo de historias que allí llegaron. Cientos de biografías, en una biblioteca invisible, que dan noticia de otras tantas existencias (Suso de Toro, Camilo José Cela, David Rubín...). Algo hay en el aire de aquella tasca que llama por uno. Tal vez una forma de vida vieja, la sugestión de un aquél existencial de siglo pasado,que no dio salto al siguiente.

De pequeño, cuando iba con mi abuelo a las tabernas ourensanas que salían de la Plaza del Hierro, solía llegar un momento en que me aburría y me quedaba dormido entre conversaciones sarcásticas y llenas de amistad. Pero había veces en que se daba una circunstancia aún más feliz que los sueños que vivía: me despertaban las canciones que llegaban de las tabernas. Era frecuente de aquellas escuchar en las noches claras el canto de los amigos en las tabernas o las casas particulares. Mi abuelo era muy devoto de estos cánticos y siempre abría su grave garganta cuando se le presentaba un grupo de amigos pidiendo vino para su son. Despertar de noche en aquellas sillas (colocadas hábilmente para poder tumbarme) por las voces de aquella gente siempre me pareció una forma de felicidad como pocas se pueden experimentar, y me tengo preguntado, cuando evoco esos momentos, dónde radicará la razón de aquel placer, el por qué de aquella sensación de que al mundo no le faltaba nada. No sé qué mecanismos subconscientes podría activar en el niño la presencia de unos hombres cantando en el bar, como para que la vida cogiese el sabor de la gloria.

Después de la desaparición (o extinción) de los hombres que cantaban, se hizo un gran silencio en el mundo. Hasta que un día, paseando por la calle, me encontré con las canciones que llegaban del Abrigadoiro; notas cantarinas de un coro que entraban por las ventanas de los vecinos y revoloteaban por toda la calle llegando hasta la arboleda. Yo me quedé en la dulzura de la acera, entre la puerta de la taberna y la boutique de ropa. Pasaban parejas riéndose. Pasaban veteranos empresarios hablando de sus números sin percatarse de la banda sonora callejera. Pero aquel atardecer de verano sólo existía para el niño, que echaba una mirada a sus fantasmas.


O Abrigadoiro, en síntesis, conserva su microclima, con su atmósfera de aliento y humo finisecular, con aquel reservado suyo donde priman los manteles de hule que, de tan domésticos de olor y color, poseen el subconsciental efecto de mitigar la morriña que los universitarios novatos tienen de sus casas. Los veraneantes, sin embargo, devoran sobre todo los chicharrones, tablas de embutidos y tortillas de patatas, mientras que con gracia forastera, el albariño les inspira unas risas y gracias mareantes.

Es por estas razones, y por mil más, aunque sobre todo la amistad que me une a sus dueños, que cuando me pidieron un dibujo que adornara sus paredes no pude negarme a tal petición. ¿Cómo ellos sabrían que aquel abuelo que me crió en esos ambientes de comunicación humana me había dejado como legado una acuarela en memoria de ese lugar vivificante? Así pues, cuando hoy les entregue la petición que me hicieron hace algún tiempo, les daré también una parte de mis recuerdos.



POSDATA:

Él decía siempre que lo primero que le da aroma y sabor al vino es la conversación del amigo. Por lo menos esto es lo que pensaba cuando estaba en este mundo.
- Y en el otro también- me pareció que susurraba una sombra.

lunes, 8 de junio de 2009

David Lynch: La alquimia del surrealismo

Si alguien me pregunta a quién considero una de las personas más influyentes en mi modo de trabajar, sin duda ese es el que da título a esta entrada: David Lynch.
Su obra, pese a lo que digan sus detractores, no es tan abstracta, tan rara ni tan inexplicable, y no es esta triple adjetivación excusa para evitar descifrar todos los misterios que envuelven sus creaciones. Mantenía esta noche una interesante conversación con Pepo Pérez sobre las virtudes de las obras de este autor, y coincidimos en que es el suyo un cine capaz de emocionar a pesar de que nuestro consciente nos impida creer que intuimos la historia. Resume nuestros pensamientos la siguiente cita extraída del libro de Lynch Atrapa el pez dorado (página 30):

"A veces la gente se queja de que les cuesta entender una película, pero yo creo que entienden mucho más de lo que creen. Porque todos hemos sido bendecidos con la intuición: todos tenemos el don de intuir cosas. Habrá quien diga que no entiende la música; pero la mayoría de las personas experimentan la música de manera emocional y estarían de acuerdi en que la música es una abstracción. No necesitas expresar la música en palabras: la escuchas. El cine se parece mucho a la música. Puede ser muy abstracto, pero la gente ansía darle un sentido intelectual, traducirlo a palabras. Y cuando no pueden hacerlo, se sienten frustrados. Pero si lo dejan expresarse, pueden encontrar una explicación interior. Si comentan la película con los amigos enseguida ven cosas: qué es esto, qué no es lo otro. Y tal vez coincidan o discrepen con ellos, pero ¿cómo pueden discrepar o coincidir si no saben nada? Lo interesante, pues, es que ya saben más de lo que creen. Y al expresar en voz alta lo que saben, lo ven más claro. Y cuando ven algo, pueden intentar aclararlo un poco más, y de nuevo, contrastarlo con un amigo. Y tal vez lleguen a alguna conclusión. que sería válida."

Os dejo unas ilustraciones que hice inspirado en algunos de sus films:

Twin Peaks (la serie televisiva que revolucionó el género)
Carretera Perdida (Dick Laurent está muerto...)
Mulholland Drive (la escena del Club Silencio me sigue poniendo los pelos de punta)
INLAND EMPIRE (la escena de los conejos es de una serie de cortos que realizó previamente al film, y que luego engarzó con cierta gracia mareante. La ilustración tiene unas dimensiones de 594 × 420, por lo que le tuve que sacar una foto y su resolución no es muy buena...)





domingo, 7 de junio de 2009

Captatio Benevolentiae


Avivando un agradable sabor a café inicio este blog, pensando a ratos "¿cómo es posible?". Se hicieron muchas especulaciones, pero finalmente aquí está, abierto a todos los públicos.

Desde hoy el goteo de mi cerebro salpicará todo el blog, flotando como grandes subtítulos una colección de historias que se alimentan de metáforas, dibujos monocromáticos, fotografías marchitas y retocadas, páginas de tebeos con la intención de ser publicadas, diálogos absurdos y disertaciones...


 
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