sábado, 28 de noviembre de 2009

Entrevista ABC: Xosé Barreiro "Pío", librería Komic (28-11-2009)


(Entrevista completa)

Un día, al volver del colegio, un niño compostelano se detiene enfrente al escaparate de una tienda de tebeos en la esquina de San Pedro de Mezonzo y la calle de la Rosa. La atención de sus ojos se va desviando desde muñecos hiperrealistas hacia portadas de algún cómic de superhéroes americanos. Fascinado por alguna razón que no comprende, decide entrar. A partir de ese momento empieza a invertir en historias que van envejeciendo con él; historias que Xosé Barreiro “Pío” se ha ido encargando de suministrarle con cierta y acertada dedicación. Y lo lleva haciendo desde 1967, cuando abrió las puertas de Kómic, la primera librería especializada en cómic de Galicia. “A día de hoy incluso hay que especializarse un poco dentro del mundo del cómic, dadas las limitaciones del espacio” dice con fina ironía.

- ¿Qué clase de clientes suelen entrar en tu librería?
Nuestra clientela abarca desde niños de dos años (atraídos por los juguetes y el merchandising de sus personajes favoritos) hasta padres de familia con muchas arrugas. Pero en general la media de edad de nuestros clientes es más mayor que la de las demás librerías; en las otras el grueso de los lectores oscila en torno a los 15 y 30 años de edad, mientras que aquí la clientela supera los treinta, por lo que vendemos menos manga y superhéroes (al contrario que la mayoría de las tiendas) y sí más cómic europeo, un poco más orientado al público adulto. En las ferias y salones del libro y del cómic también cogemos más ese campo, es nuestra especialidad.
- ¿Qué personajes suele demandar el público?
Tenemos todo tipo de personajes, desde los que aparecen en cómics de aventuras o ciencia ficción y evasión hasta los que aparecen en novelas gráficas de realismo social, como Persépolis o Maus. La diferencia está en que el público tradicional del cómic, aquel que no ha dejado de comprarlos desde las épocas de Cimoc, el Víbora o El Cairo orienta más su lectura hacia el cómic de evasión. En cambio, el público que se acerca más al cómic por primera vez en la edad adulta lo hace más en función de otras lecturas. Muchos se enganchan por temáticas más que por el placer textual del cómic en sí. Pasa habitualmente con profesores y bibliotecarios cuando ven la oferta tan grande que hay y la aplicación pedagógica que tienen historias como 300, Murena o La Odisea. Acaban enganchados a ellos.
- ¿Entonces qué buscan los lectores: un buen guión o un buen dibujo?
En este último tipo de lector que te comentaba prima más un buen guión y que se trate de un cómic con aspiraciones más intelectuales. Otros, en cambio, se fijan sobre todo en el dibujo, que no sea muy simple; a estos les cuesta más coger entre las manos un Maus o un Modotti. Son formas distintas de entender el mundo del cómic. Yo lo veo muy claro: son tendencias de décadas. Es mucho más fácil convencer al nuevo lector, al que siempre aconsejas, para que cambie el chip. Que no todo es blanco o negro. El viejo lector lo que tiene es que es un gran lector, que hay que diferenciar de los clientes que son buenos coleccionistas. A la larga vas viendo todo, adquieres habilidades para ver con facilidad cómo se comporta cada cliente y con lo que disfruta.
- ¿Por lo tanto hay nuevos lectores?
Sí, y antes de nada he de decirte que estamos muy orgullosos con el hecho de que tenemos un montón de nuevos lectores en torno a los 10-12 años como nunca hemos tenido, y nos sentimos muy orgullosos de haber contribuido a eso. Los lectores de esta edad serán lectores para toda la vida, se les ve en su predisposición a la hora de coger los libros, de disfrutarlos… están deseando que sus madres les dejen algo de dinero para hacerse con más historias… Es algo que te da mucha felicidad porque entre otras cosas los padres te demuestran mucho agradecimiento por haber contribuido a orientar a sus hijos en estas lecturas. Y son muchos los casos de los que estoy hablando, por lo que esto deriva en un mensaje de optimismo: hoy en día hay más niños lectores que en generaciones anteriores. Esto tiene mucho que ver con lo que ocurre en casa, porque los padres de hoy somos más lectores y se lo trasmitimos a nuestros hijos. Quizás por eso tengamos más niños que nunca interesados por la lectura.
- ¿Quién crees que anima más a la lectura en el hogar: padres o madres?
El público femenino contagia mejor el gusto por la lectura. Todas las estadísticas dicen que las mujeres consumen muchos más libros que los hombres. Y en este caso también. Aquí suelen venir mujeres con sus niños a intentar que sean más lectores. Este verano en el Salón del Cómic de Coruña más del 50% de las ventas se realizó a mujeres, y te lo dice un librero especializado en público adulto, no sólo en chicas que compran manga. Aquí desde luego las lectoras son menos prejuiciosas que nosotros; les enseño cualquier obra y le echan el ojo sin prejuicios. El ejemplo es el manga: a las mujeres (de 30-40 años) les enseño por ejemplo Historias de color tierra y no pestañean a lo que les estoy explicando sobre la obra. Sin embargo eso se lo dices a un hombre de 40 y ya hay un prejuicio al manga (que a veces se rompe con las historias de Taniguchi). Te dicen: “Uy, es que yo manga…”
- ¿Crees que puede haber otra razón para este incremento del gusto por la lectura?
Sí. El fomento de la lectura por parte de las Administraciones (tanto la de Madrid como la del gobierno anterior aquí en Galicia) también ha sido un gran apoyo al mundo de la lectura. Invertir en Cultura es una manera de reinvertir en la sociedad. En el caso de la lectura no veo diferencias entre leer tebeos y leer libros, ninguna. Por eso me ha parecido un acierto las partidas de dinero destinadas a las bibliotecas para añadir material a sus estanterías. Pero en el caso concreto del cómic, tradicionalmente leer tebeos ha sido un modelo de ocio a través del cual los niños llegaban a conocer la lengua (hoy en día tan denostada a tenor de las faltas de ortografía que invaden los emails, sms…) y es una buena manera de que le gente se reenganche a la lectura. Es una buena opción. Eso lo han visto los políticos, que de un tiempo a este parte han incrementado las partidas para cómics en las bibliotecas públicas y son de agradecer (aunque aún estemos a años luz de lo que se hace en el resto de Europa).
- ¿Una de las razones que te hacen disfrutar de tu trabajo?
Aprovecho mucho las conversaciones con el cliente para recrearme en mi trabajo, y creo que a la mayoría de la gente le gusta precisamente eso, encontrarse a una persona comunicativa detrás del mostrador. Me dice siempre mi hija: “es que tú tienes mucha suerte que conoces mucha gente allí”. Lo disfruto así ya desde que empecé, desde aquel kiosco orientado a la venta de los cómics. Con el tiempo ha cambiado mucho mi manera de trabajar y de disfrutar con lo que hago; me he ido profesionalizando. Y eso que ser librero es una profesión en la que tienes que hacer muchas cosas, más en una pequeña como ésta: limpiar, atender a la gente, controlar las ventas, los stocks y pedidos, mantener un orden y saber el espacio que cada cosa debe tener… Los formatos han cambiado tanto que tenemos que adaptar el mobiliario a las obras de tamaños grandes o más gruesas.
- En el caso de Galicia, este boom de nuevos lectores contrasta con el boom de nuevos autores que de un tiempo a esta parte no han dejado de aparecer. ¿Alguna preferencia en la gran nómina de creadores gallegos?
Es difícil saber quién es el que más gusta. Se me vienen un montón de buenos autores gallegos a la cabeza, pero claro, está todo tan diversificado… que es difícil. Están los que han pegado el bombazo, nombres consagrados de otra generación como Miguelanxo Prado. Pero ninguno de los que han salido con este boom tiene su futuro asegurado, porque permanecer en la cresta de la ola es muy complicado y para evolucionar hay que tener mucha personalidad o saber superar las etapas de bajón creativo. Al final lo de gustar no depende tanto de la calidad como de que alguien apueste por ti y te permita llegar al público. Para gustar has tenido que tener una difusión. Es preciso tener algo sólido editado, como David Rubín, que ya ha editado en el extranjero y con bastante éxito, por ejemplo. Algunos buenos dibujantes que se me vienen ahora a la cabeza son Kiko da Silva, Robledo, Guitián, Santi Gutierrez o Manel Cráneo, a quien por ejemplo veo muy bien orientado. Su Lobos de Moeche me pareció muy buena obra y más si piensas que la hizo en dos meses y con ciertas limitaciones gráficas debido a la rapidez con la que la tuvo que hacer. En fin, son muchos autores en nómina, ¿pero cuántos han podido demostrar sus capacidades narrativas y gráficas en una obra de autor? Pocos.
- Finalmente, ¿qué tres recomendaciones de cómics nos puedes hacer?
Como mejor cómic que acabo de leer, el Spirou de Émile Bravo. Como mejor del último año me quedo con Tres Sombras de Cyril Pedrosa. Y ya como mejor cómic a nivel universal, El Palomar de Beto Hernández.

Reseña ABC: Veña Carrabouxo (28-XI-2009)

Dicen que sufrimos en Galicia la mayor tasa de suicidios y depresiones de toda la península. Y no sólo por las gracias y desgracias políticas, sociales y marineras, sino más bien por estar inmersos en esta época de lluvias y fríos recios. Sin embargo estos días aplicamos con abundancia y retranca aquello de “a mal tiempo buena cara” porque la risa es el único paraguas que nos queda bajo el que refugiarnos hasta que escampe. Quizás por eso la cultura gallega se ha resguardado en una tradición humorística que viene de lejos, con aquellas cantigas de escarnio y que se sigue rastreando en la literatura del país con las creaciones de Valle Inclán, Cunqueiro, Risco... y dentro del humor gráfico con Maside, Seoane, Castelao, Quesada, Siro, Xan Marín, Forges o Xose Lois González “O Carrabouxo”.
Ahora que más que nunca se discute sobre localismos en Galicia con respecto a bancos, universidades, xacobeos y aeropuertos, la diputación provincial ourensana decide ir a contracorriente y exportar lejos de sus lindes provincianos las viñetas de humor gráfico más agudas publicadas en el diario La Región desde hace 27 años: “O Carrabouxo” de Xosé Lois es pura retranca, sorna gallega concentrada en un joven personaje ourensano, Carrabouxo (espigado figurín de curiosa indumentaria: boina, gafas de sol y perpetuo pitillo en boca), quien analiza la realidad del día a día con ingeniosos juegos de palabras en un gallego poco académico que el autor manipula hasta el paroxismo para buscar ese efecto lingüístico que mueva a la risa, por encima de los recursos expresivos simbólicos del trazo limpio y simple del dibujo. Pues como bien se encarga de resaltar en el prólogo a este Veña Carrabouxo Xosé L. Rúa “nas súas viñetas hai máis forza comunicativa no campo lingüístico ca no visual, malia tratarse, en principio, de humorismo gráfico”.
Recoge esta cuidada edición una selección por parte del autor de las mejores viñetas de este principio de siglo; 425 viñetas que encierran y condensan como materia literaturizable la cosmovisión del Carrabouxo acerca de los temas más salientables entre los años 2001 y 2007: las vacas locas, las Torres Gemelas, el botellón, el Prestige, los incendios gallegos, las llegadas de pateras, el cambio climático, la ley del tabaco... todos ellos analizados con el toque de humor gallego más popular (-Cinco anos por prevaricación, falsidade e malversación. -Ordiá, nin que roubara.) que se entremezcla con juegos de palabras (-Mira o Meteo-Galiza –Méteo no cú), originando una suerte y gracia de sentencias, paradojas (o parajodas que diría el protagonista), aforismos y epigramas que sorprenden por su inesperado sentido final.


viernes, 20 de noviembre de 2009

Reseña ABC: Viaxes do Corazón (29-VIII-2009)


Hace ya unos meses que circula por nuestras librerías VIAXES DO CORAZÓN, un diario íntimo (año 2007) convertido en un magnífico relato de viajes interiores. Un seguimiento regular de los caminos de ida y vuelta de la vida (presente y pasado) atados con el dulce nudo de los lazos afectivos que unen al autor con sus orígenes (padres, entorno, niñez).

Esta exposición de la desnuda alma del autor en la vitrina de la retina literaria se saborea a través de la melancólica autobiografía, de la sobresaliente caligrafía (esta obra merecería una edición facsímil) y del extenso bagaje literario del que el autor hace gala, demostrado por la referencialidad literaria de algunos pasajes por los que desfilan Pardo Bazán, Rosalía, Cunqueiro, Tolstoi...

Decía Neruda en una de sus odas que “el tiempo se divide en dos ríos: uno corre hacia atrás, devora lo que vives, el otro va contigo adelante descubriendo tu vida”. Algo así ocurre en este libro, aunque las orillas de Xosé Manuel G. Trigo son “a beira da ría onde nacín e a beira do río onde vin morrer”. Las páginas son un retazo de tiempo, anterior y actual (“hai na memoria algúns días de sincronía paradisíaca”), con todos sus gozos (la genial historia de Pastorita) y sus sombras (la desgarradora exclusión del flujo de la vida de sus padres). El viaje al recuerdo transcurre, así pues, con ritmos inspirados por el latir del mar del Morrazo, pero también por las orillas del Sar “por onde Rosalía, se cadra, deu seus primeiros pasos”.

La minuciosidad textual a las que nos tiene acostumbrados el autor, el eco inaudito de los sonidos de sus sílabas, se concentra en esta ocasión en entradas diarias de breve continente y opulento contenido; la belleza de las palabras utilizadas se superponen en ocasiones a la trama literaria en forma de juegos fónicos (“farta de fazulas, fartureira de formas, fina de finuras”), y el “aroma impreciso da melancolía dos recordos” a veces es tapado por un humor grouchomarxiano (el tratamiento del autor a la muerte de su perro Tirone no puede ser más hilarante: “El ía tratar coas divindades; eu cos curas do colexio”).

martes, 17 de noviembre de 2009

Death Proof


El bosque es un lugar demasiado oscuro y profundo,tengo mucho que cumplir y mucho que viajar antes de poder dormir. ¿Me has oído, mariposa? Mucho que viajar antes de poder dormir...

viernes, 13 de noviembre de 2009

¿Quieres saber de qué son estas cicatrices?



- Para que lo sepas, no estoy buscando novio, así que no pongas cara de cordero degollado y abre la puerta.

- No la ponía... es que nunca había conocido a una chica como tú.

- Sí la ponías, pero no importa. Eres mono. Me lo haría contigo, pero veo que eres de los que se quedan colados por las chicas. Te rompería el corazón y te destrozaría.

- ¿Y si me gustan las mujeres así?

- Entonces eres tonto.

domingo, 8 de noviembre de 2009

Fantasmagoría: Sombría disertación una cálida mañana de invierno




Hay un silencio espacial en la habitación, y sin embargo un estruendo de sombras vírgenes revolotean en mi pensamiento:

Las escaleras del edificio subían desde el infierno de las obras hasta el cielo del rellano de los amantes. Están allí, no me oyen. Pareja rubia, medio desnuda, rodeados de fantasmas que habitan los pisos de persianas arrancadas, enmascarados un 5 de Noviembre.
Los peldaños formaban una pasarela sobre el abismo de la soledad, y caminaban como actores polacos de un circo encantado sobre el ardor del paraíso. Sobre la región del sueño. Corta velada de gemidos, sudor y risas. La demencia del amor prohibido se oculta detrás de la máscara de personajes de papel: ella, Claudia Christiani; él, V...

La sustancia de los anhelos.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Diario ABC -Artes y Letras- Libros



Palabras xordas para oídos necios, David Durán Arufe.


-Un poemario hebén con manual de instrucciones para ser recitado-



Resulta este Palabras xordas para oídos necios todo un canto amebeo que nos devuelve a la guturalidad del habla, a esa emanación oscura o clara de la palabra, pero anterior a la palabra como diría Umbral. La música. Decía Leo Ferré que la gente apenas lee poesía, siendo la música la única ayuda que le queda a la poesía para llegar a su meta. David Durán parece seguir la estela de este pensamiento con su poemario orientado al recital público, a la liberación de los versos de la propia tipografía trascendiendo la lectura privada al concierto coral de las dos voces sugeridas por el autor. Un planteamiento que exalta la prosodia, el juego rítmico (“Este libro é unha exploración do ritmo interno das palabras”) y el valor de ese arte que se esconde detrás de la provocación del estremecimiento a través de la caricia de la voz. Este tratamiento de la poesía integrada a otros lenguajes expresivos (el musical y el audiovisual) no es nada nuevo para aquellos familiarizados con la poesía gallega contemporánea, la cual desde la aparición de poetas como Yolanda Castaño o Agustín Fernández Mallo (salvando las distancias) ha trascendido a lo meramente literario para llevarnos a través de las nuevas tecnologías hacia algo más parecido a la perfomance, un destino pseudoteatral que parece compartir David Durán con este poemario. No es sencillo renovar o innovar de manera original en el sistema poético actual gallego, y da la impresión que nuestros autores, en un periodo de crisis que parece afectar también a los versos, han optado por (re)inventar un siglo de oro de la creación poética audiovisual sólo en su plano formal. El problema de centrarse en el continente es cuando se pierde la perspectiva del contenido.

Prescindida la métrica y la rima, en estos cinco estudios para dos recitadores que priman el tempo, ritmo, compás y melodía, David Durán realiza un ejercicio de estilo ejemplar y ejemplarizante en el campo de la musicalidad con sus versos, demostrando el rigor académico de un autor que es brillante músico y compositor además de actual director del Conservatorio Profesional de Música de Santiago. Los cinco estudios vienen precedidos por una suerte de manual de instrucciones, donde se advierte que los poemas han sido “escritos para seren lidos, idealmente, por dous recitadores, aínda que tamén é posible facer unha lectura individual para cada quen de xeito habitual”. Toda una declaración de intenciones de un director de orquesta en su ópera prima que deja bien atado con este prólogo el devenir del recital, ya que indica para el tipo de lectura ideal desde el tiempo de duración (15 minutos) hasta la pronuntiatio que han de seguir los recitadores (ayudados por un glosario de términos que facilita la lectura final).

Hay delicadeza formal en este poemario. Una consonancia estilística acorde a las leves sugerencias rítmicas y musicales conseguida a través de recursos tales como la repetición o los juegos fónicos (“SS sss teño unha...sss sss carai que...”). Cinco estudios poéticos, dispuestos en clave musical como si de una partitura se tratara, en los que el yo poético (desdoblado idílicamente en un coro bimembre) habla de la incomunicación (tema principal que da pie al título con la gracia mareante del juego de palabras) y de la soledad en primera instancia, pero también recurre a otros temas como la contemplación y la reflexión, centrándose en la observación de la naturaleza o en momentos de autoconocimiento. El sentido sonoro del texto no se deja de lado en ningún momento, merced a recursos de efectos sensoriales que van más allá de lo fonético y fonológico, llegando al poder de evocación de las palabras y de los campos léxicos conjugados (ecos, goteos, toses, silencios, estruendos, orejas, discurso, gritos, palabras) o utilizando procedimientos de las vanguardias surrealistas como la sucesión de imágenes y la ruptura lógica del discurso poético (“Cada burbulla porta un son eco das miñas palabras e silencios, que para vós se baleiran no baleiro, finalmente baleiros da burbulla e de sentido”), a veces usando la figura surrealista por excelencia: la sinestesia (“tose de vidro oxidada”, “estrondoso silencio”). Pero el clímax de esta supresión del significado se encuentra en el tercer estudio (cima en la dispositio textual), momento en el que el poeta deconstruye todo formalismo textual para dar paso a unas secuencias silábicas repetitivas carentes de cualquier significado (“tá go son tá go son tá ta ta ta ta ta”).

Sin embargo este libro tiene sus carencias. Y no son, como ya se ha expuesto aquí, de carácter formal. La calidad de la edición de este poemario por parte de tresCtres es indudable (desde el DVD que se incluye y recoge la interpretación por parte del autor y Ton Risco de los cinco estudios hasta el diseño interior del volumen y las ilustraciones que acompañan al texto, obra de Cristina Durán Arufe), y el mimo musical del autor está lejos de toda duda. Pero todo este preámbulo a lo nuclear de la obra (los versos) aumenta unas esperanzas que, sin embargo, al ver el resultado literario no complace todas las expectativas del principio. Es el déficit de lectura lo que cojea en Palabras xordas para oídos necios. La disgregación de versos, que acaba por hacerse monótona, termina en una retahíla de imágenes fútiles que peregrinan sin más trascendencia que la de la simple evocación verbal, alejada de todo contenido, más bien albergada en una débil estructura sujetada por la musicalidad preponderada por el autor. La preocupación hebén del poeta en esta breve obra gira alrededor de la percepción de la realidad manejada por un mundo de ruidos y silencios. Frente a esto, lo que se sugiere es la posibilidad de contrarrestar la mudez impuesta por la sociedad, el superar la pérdida de la palabra del estudio III.

Pachu M. Torres

Diario ABC -Artes y Letras- Libros

HEXED. LA MARCA DE LUCIFER

“Avivando un sabor agradable a cómic, Emma Ríos nos transporta a un mundo de acción y magia negra con el mejor de sus trazos”

Michael Alan Nelson & Emma Ríos. 104 págs. Rústica. 15,7 x 24 cm. Edición en gallego y castellano. PVP:16 €

Leer algo de Emma Ríos (Vilagarcía de Arousa, 1976) siempre resulta estimulante. La evolución de esta autora no deja de sorprender, desde aquellas primeras historias publicadas en fanzines, su A prueba de balas (autoeditado a través del colectivo Polaqia), las breves historietas aparecidas en las revista Dos Veces Breve o en la antología Los Reyes Elfos (Historia de Faerie II) hasta su más reciente creación: el Amadís de Gaula (editorial SM) o su trabajo en la Marvel Cómics con el personaje del Doctor Extraño en Strange. Pero sin duda el punto de inflexión en la carrera de esta licenciada en arquitectura y autodidacta en lo que al cómic se refiere se produce con su incorporación al equipo creativo de Hexed en el año 2008, un proyecto de Boom! studios que le surgió a raíz de los elogios del guionista Warren Ellis, quien la descubrió gracias a su trabajo en la web.

Llevamos algunos años en los que estamos viviendo una edad dorada del cómic gallego y es indudable que la cantera del país produce ahora mismo tebeos de una calidad comparable a la de cualquier sistema historietístico de peso (véase el francés o el norteamericano), como es el caso de esta creación de Emma Ríos. Su trazo, destacado por esa equilibrada y dinámica composición (además de su acertada combinación de colores) aúpa su gran capacidad narrativa, entrelazada al ya mencionado dinamismo en la acción y a la representación de gestos y sentimientos (deudora de la tradición manga, de la cual reconoce tener como referente a la hora de trabajar). Junto con David Rubín, constituyen estos dos autores la punta del iceberg de una capacidad creativa galaica lejos de toda duda.

Pero yo iba a hablar de la miniserie Hexed, que descubrí un día de distendida conversación en la librería Komic de Santiago, casi en el agitado preámbulo en que las puertas de Viñetas dende o Atlántico iban a ser abiertas a los visitantes. Y en ese rebumbio cuadró la aparición de esta obra traducida al lector español. Imposible no detenerse ante los elegantes y atrayentes trazos de esa portada de tonos rojizos, la cual recuerda en un primer instante al mejor Paul Pope, y que sirve de premonición a la calidad del producto que se esconde tras esa primera fachada. Abre pues el lector la portada de este cómic y tiene la impresión de que hay algo más que un simple aglutinado de viñetas: los autores juegan con la bisutería verbal del uso de títulos para cada uno de los cuatro episodios que componen esta miniserie, dándole un aire más dantesco al libro y sugiriendo desde ese primer instante la necesidad de tener un curso de demonología para saber de qué se nos va a hablar (“Onde Lucifer consegue unha mascota e se da un baño”), aunque este laxo recurso literario sirva de prólogo a una historia que narra de manera distendida la historia de una chica joven (Lucifer) que se dedica al robo profesional, hurtando preciados objetos mágicos y trabajando al margen de una sociedad en la que ella y los de su clase son tratados como escoria. Las aventuras de Lucifer combinan elementos fantásticos con grandes dosis de acción frenética en un andamiaje textual de temática sobrenatural, en la que veremos cómo se mezclan en el plano de la realidad personajes imposibles como el demonio voyeur Rufus o la Hetera (personaje lovecraftiano revisionado por la autora con una estética similar a los yurei japoneses).

En Emma Ríos el dibujo es una respiración o la misma piel de la historia. Gracias a la calidad de la creadora gallega el cómic gana enteros, ya que el guión de Michael Alan Nelson resulta particularmente básico. La historia en ocasiones suena a déjà-vu (no innova ni se escapa de tópicos); todo suena a visto y leído, pero siempre se agradece el reencuentro con ese apasionante trazo de la dibujante. Es el talento expresivo, el estilo de esa figura protagonista, los matices de los sentimientos y las sutilezas de los estados de ánimo reflejados en las miradas o los gestos lo que dan un trasfondo a la narración literaria. Viendo el impresionante trabajo visual y la complejidad gráfica que ha desarrollado Emma en Hexed, se deduce quién ha dedicado mucho esfuerzo, ilusión y cariño a este proyecto.

Por otro lado, ya se va calmando el revuelo que armó la edición del cómic en España por parte de Patito Editorial (que viene de ganar gracias a su trabajo en el mundo editorial el Premio Cidade de Ourense con motivo de la celebración de las Jornadas de Banda Deseñada), una edición que es de agradecer por su mimo a la hora de presentar en dos ediciones la obra de Emma Ríos (una en castellano con portada de Paul Pope y otra limitada en gallego, con las cuatro portadas de Emma Ríos), pero que como decía, obtuvo fuertes críticas debido a su alto coste (16€) sobre todo al compararse con la edición americana del mismo cómic.

En todo caso, a pesar de sus luces y sombras, es una obra altamente recomendable para cualquier amante del cómic de temática sobrenatural y de acción frenética, y cómo no, es una gran manera de acercarse a uno de los mejores trabajos de esta autora gallega a la que le espera un futuro lleno de éxitos a tenor de lo observado en estas páginas y en el reciente Amadís de Gaula. Su estilo euroshojo se está abriendo a distintos terrenos narrativos (superhéroes, fantasía, libros de caballerías...) sin perder un ápice de talento, con sus ya reconocibles trazos suaves, delicados y curvilíneos aderezados con un color plano y sencillo en el que predominan los tonos pastel y los colores cálidos. Su narración híbrida entre los recursos estructurales del cómic europeo y el ritmo o encuadres sacados del mejor manga consigue sacar las castañas del fuego de lo que hasta ahora ha sido la mayor lacra de esta artista: los guionistas con los que colabora.

Para seguir las novedades de Emma Ríos, así como para observar de primera mano los pasos creativos de algunas de las planchas de Hexed, podéis dirigiros a su blog:




Pachu M. Torres




http://www.abc.es/20091029/nacional-galicia/hexed-marca-lucifer-200910291411.html
 
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