jueves, 16 de junio de 2011

Cartel de la 20 FERIA DEL LIBRO ANTIGUO Y DE OCASIÓN - GALICIA

Aquí os dejo la evolución creativa del cartel de la 20 Feria del Libro Antiguo y de Ocasión de Galicia.


1.- aunque la idea original era la de unos buzos en el fondo del mar, todo cambió gracias a la música que flotaba en el aire mientras dibujaba: el Space Oddity de David Bowie. Así, los buzos se convirtieron en astronautas perdidos en el espacio. La idea, garabateada en varios folios cobró forma en una lámina poco más grande que un A-3:

Las referencias a Bowie y a Tintín son evidentes


2.- Después de escaneada la imagen en una imprenta, tocó dar color con ese gran amigo del hombre llamado Photoshop. Lo que tenía claro desde un primer momento es que el espacio no debería colorearlo de negro, ya que perdería la gracia mareante de los tonos azulados que tenía en mente. Los tonos fríos sirvieron así pues para realzar el colorido de los libros.
Una vez dado el color general del dibujo, añadí unas salpicaduras de tinta a modo de estrellas (realizadas en otra lámina) y rellené el planeta tierra:


3.- El texto fue lo que menos quebraderos de cabeza me dio. EL sitio lo tenía claro desde que planifiqué el dibujo, y sabiendo la tonalidad de la ilustración, también tenía claro que los colores que podrían quedar bien serían el rojo y el blanco. Elegí una tipografía semejante a la del año pasado para no romper mucho esa continuidad y así quedó finalmente el cartel que está llenando las calles gallegas este verano:


diario ABC- Artes y Letras-FRAGMENTOS DE LA NATURALEZA SALVAJE (28-05-2011)


El artículo en la web del ABC


Desde el pasado 5 de mayo y hasta el próximo 19 de junio, se exhibe en la Sala de Exposiciones del Centro Social Novacaixagalicia de Pontevedra una selección de las mejores imágenes del concurso ‘Wildlife Photographer of the year 2011’

Nuestro concepto de realidad está cambiando. El hombre está cambiando. Ahora existe una generación de jóvenes absolutamente nueva, que de un modo básico y radical se están agrupando, y cada vez que se agrupan se hacen más fuertes. Caminan de otro modo, se sobreponen al sentimiento de desánimo sedimentando el légamo social. Sirva esto de imagen metafórica, alegórica, a lo que la exposición ‘Fotógrafos da Natureza. Wildlife Photographer of the year 2011’ ha retratado con sus instantáneas: el poder del orden natural. El hombre ha llegado a ser tan racional, tan utilitario, que le basta con un mínimo porcentaje sensorial para la mera supervivencia. “Estamos cerrados a nuestro propio mundo”, como diría Aldous Huxley. El hombre primitivo experimentó esa comunión con la naturaleza; la rica y absorbente oleada de los sentidos. Algo que los niños experimentan hasta que el aprendizaje, la sociedad, los pervierte. Algo que esta exposición trata de mostrar a los visitantes que se alleguen a la sala de exposiciones. Una potencial experiencia a través de la percepción ordinaria.

Expresar cómo es esta exposición con cierto número de palabras, definirla, es limitarla. La experiencia que se tiene al ver estas fotografías recuerda a la de uno cuando, siendo niño, ve por primera vez cómo alguien pone un lápiz sobre un papel y comienza a dibujar, y esa línea creciente se convierte en algo más que un trazo: es el milagro de la creación. Eso es, pues, la entraña de esta exhibición: las semillas de la naturaleza. Una selección de imágenes presentadas al concurso anual ‘Wildlife Photographer of the Year’, organizado por la BBC y el Museo de Historia de Londres. Colores intensos, figuras de gran belleza, color y textura pueblan las fotos que un jurado internacional (integrado por profesionales de la fotografía y otros medios audiovisuales) nos acerca a esta sala, en la que es el trabajo de más de noventa fotógrafos profesionales y aficionados (procedentes de alrededor de 80 países) el que nos atrapa con su belleza. El certamen ha tenido este año un total de 31.152 imágenes, y ya está considerado como el más prestigioso evento mundial de fotografía sobre la naturaleza.

Es el Medio Ambiente hecho postales de lujo. Paradisíacas y azules bahías, playas impolutas y blancas, selvas salvajes de un verde oscuro, exuberantes campiñas, frondas reptantes, bosques góticos, románticos, son el escenario por el que se mueven seres mitificados, escondidos a simple vista por los turistas. Si a nosotros se nos esconden estos animales y sólo escuchamos sus rumores, o si solo vemos manchas de color que parpadean entre el follaje, esta ingente cantidad de fotógrafos han retratado a estas criaturas, poco habituales o desconocidas, de una manera terriblemente seductora. Desde la tortuga de tamaño hiperbólico que parece la Gamera de Godzilla, hasta el mono escultural que observa con su silueta recortada desde la cumbre la civilización humana, pasando por los pájaros de neón, con sus colores eléctricos y llameantes; raras avis que dirían los latinos. Una delicia. Resultan algo perfecto, la fantasía desconocida, pequeños arcanos de los que tener imágenes amables y nítidas. De estas especies raras uno puede hasta imaginar, gracias a la calidad de las fotografías, sus gorjeos y alaridos y sonidos, envueltos en esas Arcadias de madera de roble gastada, enredaderas y zarcillos de madreselvas y trepadoras hiedras. Sin duda un renacer del romanticismo y una vuelta a las primeras raíces que antes señalaba.


Hai que ser todo ollos para que estas secuencias fiquen na memoria dun. Sumerxirse nestas imaxes variadas que plasman a abstracta realidade da natureza semella unha xungla na que as lianas crecen tan apresa que un apenas é quén de abrirse paso a través da espesura. É una fantasía da Terra. Un mundo estrano mesmo para os biólogos, afeitos a este xénero. Pero non debe o lector levarse a engano: a exposición non é un zoolóxico estático. Acompañando aos retratos de animais, na sala hai xente contemplando á natureza en sí: detalles de lugares retratados na sonata de inverno, outono, verán e primavera. Unha busca de sensacións no observador que levan a amosar mesmo o efecto do quecemento global, con capturas de revolucións naturais coma esa gran columna ardente que se alza no horizonte do oeste americano. Mais sen ser tan catastrofista, as capturas submarinas nas profundidades do Pacífico nas que se amosa o degradado da cor azul, ou os acantilados mitolóxicos dalgún golfo que acto seguido nos remiten a alguna marisma fantasmal e de seguido a una praia desnuda, conforman secuencias que embelesan ao observador na contemplación de tales esencias.

Nesta 36ª edición os galardoados nas diferentes categorías do concurso foron entre outros: Bence Maté (Hungría) por ‘Teatro de sombras’, Bridgena Barnard (Sudáfrica) por ‘Almorzo do Nadal’, Arto Juvonen (Finlandia) por ‘Corre que te pillo’, Pascal Kobeh (Francia) por ‘Desfile de centolas’, Antonio Busiello (Italia) por ‘Esperando á tormenta’, Fréderic Demeuse (Bélxica) por ‘Regalo efémero’ ou Haijun Pei (China) por ‘Langur ñatu dourado’. Ademáis, na mostra pódese ver unha selección de imaxes de fotógrafos españois, coma Jordi Chias Pujol, Óscar Díez ou Juan Jesús González. Pero destaca de entre o grupos de fotógrafos da nosa terra Francisco Mingorance, con catro instantáneas expostas, sendo una delas (‘Lenzo da natureza’) a gañadora na categoría de Forma e composición.

En conxunto, a exposición é algo abrumadora. Recolle e recrea unha natureza descoñecida e presentada en alta definición. Fai que o mundo volva a existir. Velaquí o está: renacido do olvido ao que, dende a profundidade dos nosos localismos e individualismos, relegamos nalgún momento. Seica é un bo xeito de ter recuperada parte da nosa existencia…

‘Fotógrafos da Natureza. Wildlife photographer of the year 2011’

Centro Social Novacaixagalicia de Pontevedra

Do 5 de maio ao 19 de xuño

Augusto González Besada, 2

De luns a venres, de 18.00 a 21.00 horas.

Sábados, domingos e festivos de 11.00 a 14.00 e de 18.00 a 21.00 horas

lunes, 2 de mayo de 2011

diario ABC - Artes y Letras- Premoniciones sobre el arte de David Lynch (30-04-2011)

(el artículo en la web del ABC aquí)


Se hace el silencio. El telón rojo de La Coruña se abre. Y entonces se abre otro mundo en el que lo real y lo imaginario no son contraposiciones. Action Reaction: El universo creativo de David Lynch muestra la poliédrica obra multidisciplinar de un cineasta excepcional.



ES UN MUNDO EXTRAÑO

Bien pensado, resulta absurdo. Como a él le gustaría. La exposición que retrata la imaginería de este creador macabramente surrealista se enmarca en la planta baja de un espacio cultural llamado “Normal”. Paradójico. Pero hablemos de sincronía antes de perder la perspectiva: desde el 11 de abril y hasta el 31 de mayo el visitante que se acerque a esta sala podrá encontrar algunos ejemplos del arte proteico de David Lynch, destacando la selección que la comisaria Antonella Montinaro ha realizado de la nueva pasión del genio de Montana: la litografía. Junto a esta exposición, la galería muestra una selección de sus dibujos, una proyección de sus cortos y un visionado de algunas de sus películas. Todo junto para dar idea al espectador de este particular y complejo universo creativo. “Mis películas –dice Lynch, quien afirma que se puso a hacer cine para entrar en sus pinturas- hablan todas de mundos extraños en los que no puedes entrar a menos de construirlos y filmarlos. Eso es lo que es tan importante para mí en el cine.”

Otra paradoja: uno de los espacios más blancos e iluminados de Coruña oculta los mundos más oscuros e inquietantes de Hollywood: desde la ciudad industrial donde nace un bebé grotesco al ritmo de una pesadilla detrás de un radiador hasta el pueblo maderero donde aparecen orejas cortadas al vaivén del terciopelo azul, pasando por una habitación roja fuera del tiempo donde un enano da pistas a un agente del FBI para descubrir quién mató a Laura Palmer... El desconcertante mundo onírico que se presenta en la práctica totalidad de la obra de David Lynch queda retratada, pues, en esta exclusiva exposición que abarca tres décadas de su panorama cinematográfico: sus cortos, Cabeza Borradora, Terciopelo Azul, El Hombre Elefante, Dune, Twin Peaks: Fuego Camina Conmigo, Carretera Perdida y Mulholland Drive. Se echan en falta, sin embargo, obras laureadas como Corazón Salvaje, Una Historia Verdadera o INLAND EMPIRE, cima del cine sensorial y menos argumental de Lynch.


Aunque no se cuenta en esta sala la génesis de su obra, resulta igual de apasionante poder visionar, en diferentes habitáculos, estos populares e influyentes largometrajes. Filmes que son objeto de cierta polémica mareante, al ser tachados de películas ininteligibles. Polémicaque el propio autor ataja en su libro Atrapa el pez dorado: “Puede ser muy abstracto, pero la gente ansía darle un sentido intelectual, traducirlo a palabras. Y cuando no pueden hacerlo, se sienten frustrados. (...)Pero si comentan la película con los amigos enseguida ven cosas: qué es esto, qué no es lo otro. Y tal vez coincidan o discrepen con ellos, pero ¿cómo pueden discrepar o coincidir si no saben nada? Lo interesante, pues, es que ya saben más de lo que creen. Y al expresar en voz alta lo que saben, lo ven más claro. Y cuando ven algo, pueden intentar aclararlo un poco más, y de nuevo, contrastarlo con un amigo. Y tal vez lleguen a alguna conclusión. que sería válida...”

AXXºNN: LABERINTOS NARRATIVOS EN LA PINTURA


“Pensar como un pintor te hacer ver las cosas por debajo de su aspecto superficial. Te ayuda a pensar más allá de las palabras”, afirma este creador polifacético. El hombre lógico y mítico enciende un cigarrillo mientras habla sin mirar a cámara. Explica a continuación por qué le gusta fotografiar naves industriales polacas abandonadas. [Empieza a resultar inquietante] Y entonces los cuadros crípticos de la pared. Algunas de las litografías que en 2007 comenzó a hacer con motivo de la instalación en la Fundación Cartier para su “The Air is on Fire”. Desde entonces ha realizado más de 70 obras con las placas de zinc en las que ha probado todo tipo de técnicas. La muestra exhibida en Coruña, por ejemplo, se realizó sin ningún tipo de bosquejo previo, prefiriendo el artista dibujar con el lápiz de grasa instintivamente sobre la piedra, dando como resultado formas figurativas y abstractas manchadas de tinta roja. Metáforas, alusiones, alegorías y referencias de todo tipo son parte fundamental de esta imaginería pictórica. Pero estos misterios no buscan ser resueltos; como en su cine, en lugar de buscar el significado último lo que se propone es disfrutar de la tensión que provocan los enigmas desconcertantes; el proceso de la acción/reacción. Mientras escribo esto flotan en la habitación los primeros acordes siniestramente melancólicos de Angelo Badalamenti para Twin Peaks. También como en el cine de Lynch los finales suelen ser un principio...


Lugar: Espacio de Intervención Cultural NORMAL (Paseo de Ronda, 47, La Coruña)


Entrada: Gratuíta


Fecha: 11 de abril - 31 de mayo


Horario: De lunes a viernes, de 11:00 a 22:00 (sin interrupción)


Ciclo de proyecciones: Del 5 de mayo al 23 de junio a las 19:30 horas (consultar programación en www.istoenormal.org)

domingo, 1 de mayo de 2011

Diario ABC - Artes y Letras- El renacimiento del mito (30-04-2011)


El Héroe

David Rubín.

* * * * *

2011, 
280 páginas. 25 € (cartoné, color)



Cuando el mes pasado se pudo leer en estas páginas la entrevista a David Rubín con motivo de la inminente publicación de “El Héroe”, ya se intuía que la pasión con la que el artista gallego hablaba de su nueva creación auguraba algo auténticamente grandioso. El primer volumen de esta historia en dos partes que narra las aventuras de Heracles ya está en todas las librerías del país. Y con el temor a parecer demasiado enfático, y tratando de enfriar intelectualmente el discurso apasionado que estoy a punto de desarrollar, quisiera poner de relieve que es difícil juzgar una obra que se presenta a medias. Que deja infectado al lector con el veneno del “continuará”; ese leit motiv con el que crecimos todos los lectores de tebeos (incluido el niño del prefacio). Pero este vacío que deja la espera es una nadería. Mientras aguardamos la continuación matamos el tiempo hablando de lo leído hasta ahora, jugando con ese otro placer que provocan las lecturas: la crítica textual. Y sí. En efecto, el lector que se preste a tal experiencia probablemente esté de acuerdo conmigo: estamos ante el cómic español del año.

Los estímulos sensoriales para afirmar algo así son más que evidentes: a la mejora del estilo de dibujo de Rubín (trazos más seguros, limpios y finos) hay que añadirle un gusto impactante en cuanto a la paleta de colores que impregnan las páginas y una lucida y desarrollada adaptación de la historia helénica del mito de Heracles. La sensibilidad autorial, ese mimo con el que ha trabajado en este entramado narrativo durante dos años y la oleada emocional que desprende cada una de las páginas, es la gran recompensa del lector a esta larga espera desde aquel lejano ya “Cuaderno de Tormentas”, tan alejado en el tiempo, tema y estilo.




Realzada pues la historia con un penetrante estilo visual, la novela gráfica se desarrolla en nueve capítulos en los que se narra bajo luces de neón las glorias de Heracles y las miserias de Euristeo; las aventuras del primer héroe que, en esta adaptación, jugando con anacronías y ucronías se nos ofrece a unos chicos que tienen a su vez como héroes a los mitos norteamericanos (Superman, Batman, Wonder Woman, Linterna Verde...), van en moto por lugares pintorescos escuchando en su ipod a David Bowie o se convierten en víctimas del “starsystem”. Cierto experimento que le sale bien a Rubín (entre tantos otros) es el de reinventar la historia: las terribles experiencias que tiene que vivir Heracles en forma de pruebas impuestas por Euristeo se enmarcan en capítulos autónomos, en los que se puede ver la evolución del héroe, tanto física (en cada capítulo el héroe va haciéndose más mayor) como psicológicamente. La fantasía de este recurso ameniza la lectura de una historia que en ocasiones omite la textualidad para dar paso a una serie de espléndidas páginas de acción en las que no hay más lenguaje que el de la cinética. La potencia de estas planchas, aparentemente de rasgos mundanos típicos de los cómics de superhéroes, encajan a la perfección en la narración global, al tener una calidad que recuerda al mejor Kirby (referenciado ya en la propia portada) o al “Manhunter” de Walter Simonson.

La imaginería de Rubín le va muy bien a esta historia de dioses, proezas tecnológicas, demonios y monstruos. La galería de seres que pueblan estas páginas es estimulante: desde las sensuales amazonas hasta los habitantes oprimidos de los pueblos, las marañas rojas de pelo, los seres mitológicos o las referencias superheroicas. Todo un circo de voluntarios que se mueven alrededor de la figura carismática de este niño al que vemos crecer y entrar en distintas fases de su vida, convirtiéndose capítulo a capítulo en un héroe cada vez más apreciado por la sociedad que lo rodea; una suerte de estrella del rock con sus seductoras noches de pasión con Diana (experta en sado) o con sus programas radiofónicos de debate en torno a su figura.

Nota aparte merece el tratamiento del color; el technicolor eléctrico o de neón con el que se da vida al blanco y negro de las páginas es la esencia de esta nueva sensibilidad. Un artificio más que evidencia la capacidad de renovación del autor (como señala Paco Roca en el prefacio) y que aviva con tonos fuertes las pruebas de Heracles; un mundo de fantasía que denota la oleada de libertad, movilidad y diversión con la que David Rubín ha edificado esta obra de indudable éxito.



DIARIO ABC- ARTES Y LETRAS- MITOLOGÍA CLÁSICA PARA EL MODERNO ARTE SECUENCIAL (26. 03. 2011)



ENTREVISTA A DAVID RUBÍN:

MITOLOGÍA CLÁSICA PARA EL MODERNO ARTE SECUENCIAL




Iluminando con colores de neón y tinta china la gloria del mito de Heracles, vuelve David Rubín con su nueva obra “El Héroe”, una adaptación del tema clásico al noveno arte que saldrá a la venta el próximo 14 de abril.


Llueve en Coruña. Cuesta salir del laberinto de coches que se arremolinan en torno a las columnas de la plaza de Cuatro Caminos, que han servido de cuadernos para artistas gallegos. Entre ellos, Rubín. Su dibujo de Breogán sobresale y parece mirar al lugar de la cita: un estudio peculiar donde espera el autor ourensano, que comparte espacio de trabajo con otros grandes artistas: Alberto Guitián, José Domingo, Bernal Prieto y Roque Romero (compañeros de Polaqia). Vestido de riguroso negro nos invita a pasar a un reservado donde su silueta oscura lo inunda todo con su presencia. Saca un pitillo, esboza sonrisa y, mientras prepara café, empieza a trazar un diálogo sobre los mitos y los héroes, pronunciando las palabras con esa sorna gallega, con ese magnetismo de un hombre que se hace escuchar y leer.

Ya se ha podido ver un avance en internet de lo que será tu nueva obra “El Héroe”, y en las 25 páginas leídas hasta ahora se observa un cambio radical con respecto a “Cuaderno de tormentas”: desde la introspección narrativa que da paso a una historia de acción hasta la paleta de colores vivos de este Héroe, que contrasta con la oscuridad tonal del Cuaderno...

Sí, porque creo que esto es como todo en la vida: te dediques al tema creativo que sea la vida avanza, y tu forma de ver las cosas y lo que haces varía; el cuerpo te pide hacer cosas nuevas. Cuando hice “Cuaderno de Tormentas” no era el mismo que cuando hice “La tetería del oso malayo”. Y ahora que estamos todos pasando por uno de los peores momentos de la humanidad pues creo que es una de las ocasiones en las que más necesitamos a los héroes. Aunque por desgracia en la vida real no existan los superhéroes ni nadie que se les parezca, he pensado un poco a raíz de eso en “cómo molaría que hubiera una especie de Superman que venga aquí a arreglar todo este tinglado”. Quería pues, eso: hacer una historia sobre los héroes pero desde otro punto de vista, volviendo a la Grecia clásica, a los primeros héroes de la historia, y darle unas vueltas para contar algo nuevo, algo diferente con ellos. Creo que lo importante para cualquier historia es cómo cuentas la historia, no la propia historia en sí. En este libro por ejemplo el hilo conductor son las 12 pruebas de Hércules, que ya han sido mil veces contadas a través del cine, la literatura, incluso tebeos... pero precisamente lo que me preocupaba era cómo contar esta historia de un modo innovador y de paso hacerle un homenaje al género que me hizo interesarme por los cómics desde niño, que es el género de los superhéroes.

Es la obra más ambiciosa hasta la fecha que has llevado a cabo: número de páginas (500 en dos tomos), esfuerzo invertido (2 años)... ¿Ha cambiado tu forma de enfocar el trabajo a la hora de realizar una historia tan voluminosa?

Efectivamente. Iba a ser un solo volumen de 300 páginas pero se me fue de las manos (risas). Ha sido un poco a raíz de lo que te decía antes: empecé a escribirlo justo después de “Cuaderno de Tormentas” y de 2 o 3 cómics de encargo que hice por el medio, y tenía ganas de hacer un cómic de autor. Barajé varias propuestas (de hecho empecé a desarrollar otra antes que probablemente cuando termine con “El Héroe” volveré a retomar) en una época bastante gris de mi vida: trabajaba en una productora de animación (Digra films) en la cual estuve un año sin cobrar, tiempo en el que me dediqué a escribir “El Héroe”, ya que necesitaba una válvula de escape ante la mierda en la que me encontraba. Me refugié en una historia de aventuras para superar esos momentos duros. Cuando por fin me puse a dibujar la historia ya había abandonado la productora y pude dedicar este último año sólo a dibujar el cómic.

He podido leer en tu blog (detripas.blogspot.com) que has coqueteado con la técnica del lápiz quemado para ahorrar tiempo en tus últimos trabajos. ¿En “El Héroe” veremos un nuevo estilo de Rubín sin las tintas tan características?

En efecto. Hubo una época en la que barajé la posibilidad de no entintar, simplemente quemar el lápiz en Photoshop y colorear directamente sobre estos lápices, ya que los lápices en este libro están bastante trabajados y me lo permitían. Hice varias pruebas de color con esta técnica pero no terminaba de verlo: por un lado porque estoy acostumbrado a ver mi acabado con tinta y luego porque no las tenía todas conmigo. No quedaba mal el resultado pero la editorial tampoco estaba muy convencida, así que volvimos a lo habitual, aunque el entintando que he hecho en “El Héroe” es bastante diferente al de otros trabajos, ya que con cada obra que hago quiero hacer algo distinto a la anterior, pero manteniendo la unidad de mi forma de pensar y mi trayectoria. Ahora abuso menos de la mancha negra, hay menos oscuridad en las páginas, el dibujo está más desnudo... con el negro muchas veces tapaba las cosas que no sabía o no me atrevía a dibujar. Escondía errores. En este libro me he tenido que enfrentar en multitud de páginas a cosas que jamás había dibujado o que jamás me había planteado dibujar en mi vida.

También hay algo que en los otros tebeos tuyos no se había visto ahora: el tema de la acción...

Sí. Las páginas que hay ahora mismo circulando por internet son las más tranquilitas que hay en el tebeo, pero tampoco he querido hacer páginas como las de DC o Marvel, en las que las secuencias de acción son de dos páginas y ala, ya está. Y luego do de diálogo y nuevamente acción. No. Quería hacer acción de verdad y sacarle todo el partido narrativo posible a este medio, el cómic, del cual aún quedan muchas cosas por explorar. Así que me dije: “¿Qué pasaría si hago una secuencia de 30 páginas seguidas sólo de acción?” Y salieron casi sin diálogos ni nada... ¡pero justificadas! No por pirotecnia gráfica ni por el onanismo de hacer las mejores páginas de acción del mundo del cómic, sino porque la historia lo pedía: si a Heracles le costaba vencer a tal o cual enemigo le debía costar de verdad. Quería representar el sufrimiento del héroe.

¿Para enfocar este tema cómo te documentaste; qué te ha servido de referencia?

Me documenté bastante sobre el tema clásico, sobre todo lo que envolvía a la figura de Heracles y los dioses, leyendo bastantes libros, buscando en internet... me bajé kilos y kilos de información que luego deseché. Creo que necesitas tener una base bien formada de, en este caso la Grecia clásica y sus mitos, para luego poder destruir todo eso desde el conocimiento y crear algo nuevo a partir de ahí. En este cómic no te vas a encontrar las 12 pruebas al 100%, de hecho las he cambiado de orden, dentro de ellas no se resuelven las cosas como están escritas en los mitos, sino como a mí me resultaba mejor. En el fondo también he hecho este tebeo para divertirme; quería pasármelo realmente bien haciendo mi trabajo, sorprendiéndome a mí mismo página a página (y creo que esta misma sensación la podrá captar el lector).

¿En qué se diferencia tu versión de la historia a cualquier otra adaptación que se haya podido ver hasta ahora?

El enfoque que yo le he dado es el de una “novela río”. Normalmente cuando hemos visto en películas, novelas u otros cómics al personaje de Heracles, siempre es un hombre de entre veinte y treinta años, cachas y que va por ahí repartiendo. A mí sin embargo se me ocurrió contar el nacimiento, vida, obra y muerte de Heracles con sus 12 pruebas. De modo que las primeras pruebas son cuando es un niño y aún no es famoso ni considerado un héroe, luego se convierte en una especie de héroe adolescente que vuelve loco a las chavalas, al más puro estilo del protagonista de Crepúsculo (risas): hay pósters suyos, hay ipods, motos, televisiones... pero eso, poco a poco vas viendo la madurez del personaje y cómo al avanzar en edad varía su modo de entender el mundo: sus primeras luchas son un juego pero a medida que avanza se da cuenta de que la vida no es un juego. La primera parte de este libro narra eso: desde el nacimiento hasta el final de la juventud de Heracles. La segunda parte, que será más oscura, es la madurez y la decadencia del personaje.

La historia del mito de Heracles es usada en esta novela gráfica, (por cierto, es una novela gráfica?)

La etiqueta de novela gráfica significa un cómic de mayor o menor extensión en el que el autor no está condicionado absolutamente por nada. Creas la obra que te da la real gana sin imposiciones editoriales ni de expectativas de público, ni de ventas ni de nada. Es la obra que tú como artista necesitas hacer. En este sentido he tenido libertad total, lo que pasa es que como en esta obra salen hostias (risas) la gente cree que no es novela gráfica, que falta gente tomando café y pensando para sus adentros lo triste que es la vida. Pero bueno, que este tema aunque cree revuelo me despreocupa bastante.

decía que el mito de Heracles es usado como pretexto para hacer un "tratado" desmitificador del arquetipo del héroe. ¿Es una manera de humanizar a los héroes? ¿Una forma de deconstruir los mitos heroicos?

Sí. Lo que aquí se cuenta podría extrapolarse a cualquier tipo de héroe, podría contarse con Superman por ejemplo.

Así pues la obra presenta el 14 de abril con motivo del salón del cómic de Barcelona. ¿Hay alguna fecha concreta para hacer una presentación en Galicia?

Sí, se presentará el 14 pero ya estará antes en las librerías de toda España. En Galicia habrá presentaciones en todas las ciudades, pero todavía no están cuadradas las fechas. Las iré anunciando a su debido momento en mi blog. Pero serán en el mes de mayo.

Aseguras haberte tomado el cómic como algo serio para poder vivir de él, al contrario que otros autores que lo hacen por hobby. ¿Es esta actitud la principal necesidad del mercado español para alcanzar el nivel del europeo?

Durante los últimos 10 años de mi vida había tenido al cómic como un hobby que por suerte me daba bastante dinero. Pero el año que estuve sin cobrar en mi trabajo descubrí que podía vivir de lo que hacía en el mundo del cómic. Así que pensé que si me tomaba más en serio esto, si me esforzaba un poco más haciendo obras que gustaran a más gente (como este último trabajo) podría vivir del cómic.

¿Esta evolución responde a un modo de llegar a un público más mayoritario?

Sí, un poco sí. Hombre, mis cómics se han vendido bastante bien y se siguen vendiendo a día de hoy. Pero nunca se sabe. Por ejemplo, cuando salió “La tetería del oso malayo” yo les decía: esto no le va a gustar a nadie, es muy personal. Y sin embargo fue muy bien de ventas. Se agotó la 1ª edición a los dos meses y es un tebeo que se sigue vendiendo. ¿Con “El Héroe? No lo sé. Tengo altas expectativas pero igual es un fracaso... de todas maneras tengo puesta mucha fe en él y espero que funcione aquí y en el extranjero (tengo 18 ofertas del extranjero para que sea publicado fuera de nuestro país). Recuperando tu pregunta anterior te diré que exportando sólo mano de obra, exportando obras de autores españoles para que luego las editoriales españolas (o gallegas en este caso también) compren a los franceses o a los americanos y las publiquen aquí hace que ese dinero siquiera vaya a parar al autor; se queda en Francia o en EE.UU., ya que al final estás comprando el trabajo de gente de aquí hecho para gente de allá; son tebeos de otro país. La clave está en hacer tebeos aquí y venderlos al extranjero.

También debe ser importante el apoyo institucional para lograr esto que propones. ¿Crees que es suficiente el que recibe el mundo del cómic hoy en día en este país?

Sí que se le presta más atención ahora que hace unos años. Yo en mi caso no lo noto porque tampoco he pedido ayuda. Trabajo directamente con la editorial (Astiberri en este caso) con quien acuerdo un precio por el trabajo. Pero no puedo decir mucho del tema porque no he tenido subvenciones. Pero las ayudas creo que estarían bien más que para editar, para ayudar apoyando eventos (por ejemplo pagar desplazamientos a ferias; no todo el mundo puede irse 4 días a Angouleme para mover su carpeta y ver si puede colocar allí su tebeo). Quedan cosas, por supuesto, como que se creen aquí en Galicia unos premios decentes para la creación de cómic.


sábado, 19 de marzo de 2011

diario ABC- ARTES Y LETRAS- PINTANDO UNA METRÓPOLIS DE ENSUEÑO (26. 02. 2011)


Liberado de la gravedad y la antropometría de los espacios, presenta David Pintor su último cuaderno de viajes: “Compostela” (Kalandraka, 2010), libro que recoge la mirada personal del autor sobre la capital gallega con un estilo naïf y onírico

Avivando un agradable sabor a café abre uno este libro de David Pintor. Y, efectivamente, se disfruta plenamente con el aroma de esta bebida tal y como recomienda el autor. “Compostela”, último cuaderno de viaje publicado por el dibujante gallego, presenta 33 ilustraciones en formato apaisado que captan la visión personal de los lugares más emblemáticos de la ciudad que da nombre al libro: la plaza del Obradoiro, la cafetería del Hostal de los Reyes Católicos, el arco de Xelmírez, la Catedral de Santiago, la Capilla de San Francisco, la Facultad de Periodismo, la Avenida Xoan XXIII, el jardín del Hotel Costa Vella, la calle de las Campanas de San Juan, la calle Jerusalén, la Plaza de la Quintana, la cafetería Literarios, la plaza de los hermanos Gómez, el Centro Galego de Arte Contemporánea, el parque de Bonaval, la plaza de Fonseca, la plaza de la universidad, la plaza de Mazarelos, el arco de Mazarelos, la cafetería Derby, la rúa Nova, la rúa do Vilar, el callejón Entrerrúas, la travesía del Franco, la Puerta Faxeira y la Alameda.

Las ilustraciones panorámicas a doble página exploran los cotos del centro compostelano reproduciendo no solamente la euforia de los grandes espacios, sino también vaciando de personas la atmósfera santiaguesa. Si bien uno de los significados de la palabra ‘espacio’ es el vacío, el espacio exiguo se ve casi automáticamente como un espacio lleno. Así, las calles y plazas aparecen despejadas y sólo el propio autor pasea libremente por estos escenarios naïfs, libres de cualquier sombra extraña, llenándolo todo. Un dandy valleinclaniano de sombrero y bufanda dibuja en su cuaderno los paisajes coloridos que se le presentan bajo una constante lluvia dorada de hojarasca con forma de corazón. Unas estampas que dan una representación opuesta a la estereotipada por el tiempo. La Compostela de David Pintor no es la de los peregrinos, la lluvia o el santo, sino la ciudadela de trazo fino y apurado, de colores apagados y manchados, que evocan unas dotes de observación ciertamente ensoñadoras. Las anotaciones en el cuaderno de viajes captan una experiencia sensorial que algunos tildan de realismo mágico, pero que no deja de ser de una imaginería profunda y desdibujada que proyecta una atmósfera suavizada. En todo caso el lector/observador se encontrará otra Compostela; una visión renovada y enriquecida (no por ello opuesta a la realidad), una ventana a través de la cual determinados escenarios que para otras personas podrían ser considerados como normales David Pintor los imagina oníricos y estrafalarios (limpio calificativo de todo carácter peyorativo), derivando casi en un diario íntimo de luces suaves y frías. La soledad paradójica que destilan las páginas se impregnan por la aparentemente sencilla ductilidad y calma que logra el autor, representando la ciudad antropomórfica en ese umbral del espacio imaginario y el espacio que habitamos. Da igual que sean las amplias plazas coloreadas como lagos o las superficies de los tejados que sirven para mecer hamacas que se abren a abismos de paradojas. El espacio representado en este cuaderno es la transición a la elevación artística de un espacio real, ya de por sí artístico.

El libro empieza y acaba con dos capturas desde diferentes ángulos del ‘skyline’ santiagués, formando de manera sutil una especie de cinta de Moebius que genera una última sensación en este paseo por la capital gallega: la de que uno se ha dejado atrapar por este espectáculo visual del que ya no quiere marcharse por temor a que la realidad resulte terriblemente aburrida y desoladora.

Diario ABC- ARTES Y LETRAS- NUEVOS TIEMPOS PARA EL PASADO (26. 02. 2011)



( versión digital en la web del ABC aquí )


Transtempo

Cristina García Rodero

La Fábrica Editorial

23 x 28.5 cm

256 páginas


Viene de ser exhibida en el CGAC Transtempo, de Cristina García Rodero. Una heterogénea exposición de más de 100 fotografías recogida ahora en este volumen que desnuda las raíces de una Galicia probablemente desconocida para los habitantes de las metrópolis gallegas, ciudadanos acostumbrados a discursos de pacotilla en boca de fulanas de realities, que no saben dónde empieza la lengua y acaban las raíces. Y se jactan de esa ignorancia. A ellos esta Galicia les resultará lejana, un reflejo de las novelas de Cunqueiro, Castelao o Blanco Amor, pero que tan pronto cojan en sus manos les abrirá la puerta que separa el pasado del presente. Les provocará una cierta reacción en sus vísceras. Un súmmum sensorial que sólo la fotógrafa de Puertollano podría conseguir. Cristina García ostenta desde 2009 el mérito de ser la primera fotógrafa española en ser miembro de la prestigiosa agencia Magnum, y a su metódico y acertado ojo une un único espectro emocional para configurar una trinidad con su cámara. La calidad de su trabajo es lo que la ha llevado a ese éxito profesional del que treinta años atrás, cuando empezó este reportaje, aún no gozaba. Sin embargo aquí está, tres décadas en el futuro, esta observación casi voyeurista de las sensaciones, ese juego de miradas entre la autora y lo enfocado que desprende la inocencia de lo retratado: una pureza concentrada que provoca estremecimiento. Aquí no encontrará el lector arquitecturas ni juegos visuales. La autora expone representaciones casi rudimentarias de momentos fugaces, de momentos que anudan el pasado, el presente y el futuro de la humanidad del oeste peninsular. Claro que hay simetrías y composiciones con juegos de luces y enfoques, pero son un envoltorio que no ocultan la verdadera intención de la fotógrafa: revelar los sentimientos del pueblo.

Decía el mes pasado en estas páginas que cada fotografía concentra una estimulación de los recuerdos que construyen nuestra identidad, pero después de pasear libremente por las imágenes que ha retratado Cristina, el barrido visual por las páginas de este “Transtempo” le produce a uno la sensación de haber ido más allá, de haberse adentrado en un curso de antropología social. Durante la observación de estas fotografías, aunque sea ésta una observación rápida, uno no puede dejar de sentirse ocupado por la hermenéutica de las imágenes lacónicas que va descifrando. Encontrar el ritual del entierro de un nieto por parte de una abuela, configurar circunstancias y lugares concretos a fiestas y romerías populares o asignar rostros a sujetos que en el subconsciente somos nosotros, son actitudes que provoca este compendio de la identidad gallega, este reportaje histórico de la idiosincrasia del país. Acertadamente señala Miguel von Hafe (comisario de la exposición) en su prólogo a la obra que, como artista, “Cristina García Rodero sabe que estos documentos no nos devuelven la realidad. No nos cuentan historias, no son ilustraciones de un relato particular. Se constituyen en un meta-relato, que recorre con precisión interrogativa un determinado contexto social y geográfico, que lo supera, lo desborda para regresar siempre a su lugar original”. Esta espiral que deambula entre lo que se puede clasificar como arte o reportaje tal vez evoque al observador una duda pueril: ¿por qué una foránea escarba en nuestros sentimientos y paradigmas? En mi caso esta duda resulta absurda; me limito a considerar el resultado de la obra en su conjunto, las razones intelectuales o existenciales de las que proviene la idea de buscar las raíces gallegas por parte de una oriunda de Ciudad Real pertenece a una esfera completamente privada que sólo le importa a la artista. Lo que sí me importa es que en las revisiones selectivas de esta obra, mi mirada apresaba las fotos en las que creía reconocer paisajes por los que solía pasear en mi infancia. Quizás con esa economía del estudiante universitario vago que sabe recorrer apuntes detectando únicamente los pasajes útiles para el examen, así me reconocí buscando esas imágenes que me evocaban a mi pasado. Y me llevé una sorpresa: prácticamente la totalidad de la obra sumergía mis imágenes mentales en las páginas y se superponían a las imágenes de Cristina.



 
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